Solemos admitir que las personas necesitamos comer,
beber, dormir, movernos... etc., pero hay otras necesidades, no menos
importantes y que a menudo no reconocemos: por ejemplo la necesidad de
descansar, especialmente durante la jornada laboral y tambien en vacaciones.
Y es que, pocas cosas hay tan humanas y a la
vez tan divinas como el descanso..., ya en el libro eterno se nos dice que al
hacer el mundo “el Creador, al séptimo día descansó".
El descanso es
necesario en todos los trabajos: desde los que conllevan mayor esfuerzo
físico o mental, desde los mas conocidos a los menos reconocidos -pero mas
valiosos- como son los que se realizan desde la base del amor (amas de casa, cuidadores de
familiares, etc.). Y es importante porque sirve para reponer fuerzas, preservar la
salud y hasta para prevenir accidentes laborales, por eso esta regulado por Ley, siendo un derecho y teoricamente tambien un deber.
Por ejemplo los conductores de autobuses o
camiones deben descansar cada dos horas; respecto a los obreros de la construcción se constató
que aquellos que no descansaban y no se tomaban “el bocadillo” a media mañana se caían mas de los andamios o tenían mas accidentes, de ahí
nació la obligatoriedad y el derecho legal del descanso.
Lo mismo ocurre con los trabajos que
requieren más atención mental o mayor carga de responsabilidad como el de los médicos, para ellos, el descanso de
20 o 30 minutos a mitad de la jornada, sirve para “reponer fuerzas” y también para
mejorar la calidad de la atención preservándose con ello la salud y la
seguridad de todos.
Por desgracia, en el caso de los médicos de atencion primaria en España, tal descanso casi nunca es posible, dada su actual situación de sobreexplotación laboral.
El descanso está ahí desde siempre: ya en la
escuela se cuenta con el recreo e intervalo entre cada clase; los
estudiantes para rendir mas deben descansar cada
cierto tiempo, aunque sea unos minutos, y los que dan conferencias saben
que si se alargan, los oyentes comienzan a dormirse o “a pensar en las batuecas”.
Se ha constatado por algunos estudios, que
a partir de los 20 minutos, la capacidad de atención comienza a disminuir,
y a medida que se sobrepasa dicho tiempo, se reduce aun más.
Recordemos que hasta los
futbolistas deben descansar a los 45 minutos.. y también los aficionados,
para poder mantener la atención y pasión durante todo el partido.
Pero el descanso, como todas las cosas valiosas de la vida, ha de
tener un control y una medida, y es que a veces también “hay que descansar del
descanso”. Todos hemos vivido la
experiencia de oir en un organismo publico: “se
fue a desayunar” y tras varias horas de espera, “seguir desayunando”, de esos
casos aislados, tal vez provenga el desprestigio social del descanso.
Pero hay que reivindicar sin
complejos, el descanso laboral, no solo
como un derecho legal reconocido sino también como un acto de compromiso social
con la salud y la seguridad de todos, sabiendo que para que sea eficaz y fecundo
debe ser realizado con responsabilidad.
A este respecto, el maestro del
humanismo médico Dr.Gregorio Marañón
nos decía:
“La rapidez, que es una virtud, engendra un vicio, que es la prisa”
“El trabajo sin prisa es
descanso para el organismo“
A lo que podríamos añadir lo que
nos dice la sabiduría popular “Las prisas
no son buenas para nada, y menos aun, respecto a la salud y seguridad de
las personas.