lunes, 21 de marzo de 2022

Efectos patológicos del cambio oficial de hora

 


Desde hace varias décadas, se procede con el inicio de la primavera o el invierno, al cambio oficial de horario: con  adelanto o retraso de una hora respectivamente.

Teóricamente su justificación es para ahorrar dinero en el coste de la energía, al aprovechar más tiempo la  luz solar.

Sin embargo los efectos patológicos tanto a nivel personal como social, son evidentes y constatables, especialmente en el cambio que conlleva la perdida de una hora de sueño y del día  –y más aún en niños y ancianos-. Algunos efectos son  fácilmente cuantificables estadísticamente como: un mayor número de accidentes de tráfico, laborales, errores humanos o “despistes” con resultados a veces fatales, y quien sabe si también un incremento de delitos de violencia "de género” o "generales". Y posiblemente un mayor número de muertes en general.

Pero existen otros efectos no cuantificados pero si constatables en las consultas de los médicos de familia, en términos de desequilibrio de la salud de la población a nivel físico, psíquico o anímico: por ejemplo con incremento de jaquecas, mareos, dolores, reagudización de procesos digestivos, alérgicos, infecciosos, inflamatorios, etc. O predominantemente psíquicos, como irritabilidad, depresión y en general: cierta desestabilización o desequilibrio emocional, más significado en pacientes con patologías psiquiátricas crónicas

Y es que no podemos olvidar la estrecha relación que hay del ciclo circadiano con el equilibrio del ser humano a través del sistema neuroendocrino, metabólico e inmunitario, y por ello en la regulación de las constantes vitales: homeostasis, temperatura, sueño, alimentación, etc.

¿Cuánto tiempo persisten estos efectos?

El tiempo de adaptación puede ser  muy variable, dependiendo de cada individuo y  circunstancias como el medio ambiente, pero desde el puesto de mira del médico de familia, observamos que los síntomas suelen persistir varios días o semanas

Y la “pregunta del millón: ¿Vale la pena o está justificado este cambio oficial de horario?

Pues en términos económicos parece discutible: los pocos estudios serios que existen, por ejemplo en los EEUU, indican que el ahorro puede ser del 5 por ciento en algunos Estados, o de cero en los Estados más cercanos al meridiano de Greenwich, como es el caso de España.

Y es que no hay que olvidar que la luz que se ahorra en la noche en vías públicas, viviendas, locales,  etc., se debe utilizar en la mañana y viceversa, por no hablar de la aberración o tortura que supone por ejemplo acostar a los niños cuando el sol aún está radiante.

¿Cuál podría ser la verdadera razón de este cambio oficial de horario?

Dado que se produce en un gran  número de países (en otros no, o ya lo han abandonado por su perjuicio social)  la razón parece más relacionada con políticas de ingeniería social y el efecto contagio, y sobre todo por esa tendencia instintiva de algunos políticos – especialmente en democracias enfermas o inmaduras- a exhibir demostraciones públicas de poder, haciendo de los ciudadanos “masa” y por ello fácilmente manipulables.

Y es que como nos dijo un viejo pastor -y por ello sabio- : "es para hacernos mensos, doctor".  Y tal vez tuviera razón, pues nada mejor para lograr este fin, que controlar lo más universal pero también lo más  íntimo del ser humano: que es su reloj vital.

Esperamos que en un futuro no muy lejano, esta situación revierta y el ser humano pueda vivir en mayor armonía con la madre naturaleza. Para ello tal vez bastará que lo haga alguno de los países de mayor influencia, y por el mismo proceso de contagio se  produciría un efecto dominó sobre los demás.

Nos iluminamos con estas palabras del maestro Dr. Gregorio Marañón:

La planificación será posible y necesaria, en la economía, en la estructura social, en la sanidad, en la educación y en otros muchos campos. La planificación es algo inevitable en un mundo científico como el nuestro.

 Sin duda que es mucho más fácil planificar una máquina que el comportamiento del hombre que quiere probar su voluntad libre. Y por ello es más fácil planificar el comportamiento del hombre si lo tratamos como si fuera una máquina.

Es más fácil ciertamente planificar la esclavitud que la libertad del hombre”.

miércoles, 16 de marzo de 2022

El médico: nunca deja de serlo

 

Hay pocas profesiones tan nominativas como la de médico, tal vez solo se aproximan otras como la de sacerdote o maestro, y lo son porque el que lo es, nunca deja de serlo sean cuales fueran las circunstancias.

A este respecto, hace tiempo escribimos unas afortunadas palabras que gratamente han tenido eco en otros lugares allende de los mares:

 No existen fronteras para el médico: su pasaporte es universal, carece de caducidad y tiene una sola nacionalidad: la Humanidad.

Y no hace falta salir de las fronteras para percibir esta verdad, ni siquiera salir de casa pues hasta en la casa misma podemos ser requeridos por nuestra condición de médicos para ayuda de menesterosos.

La sociedad en general, percibe al médico por su principal aval: la generosidad, y como imagen representativa: la de un currante de la dignidad humana.

Es por ello por lo que hacen tanto daño a la profesión quienes desde su condición de médicos, se ponen al servicio de ideologías contrarias a la dignidad del ser humano o sucumben al materialismo economico, -no hace falta recordar los médicos que colaboraron con el nazismo, hoy existen otras ideologías no muy diferentes-. Obviamente ninguna profesión puede escapar de las limitaciones de la condición humana.

La etapa de jubilación del médico puede ser una oportunidad para  encauzar y enfocar toda su energía creativa (ya sin la pesada carga de la practica asistencial contaminada de burocracia y escasez de tiempo), como testimonio y guía de otras generaciones de médicos, así como para proseguir la gran tarea de salvación de la llamada Atención primaria o la figura del médico de cabecera  que creemos es uno de los grandes logros de la civilización.

“La vida de la humanidad, como la vida del individuo, es una continua renovación. La renovación tiene que realizarse sobre la estructura de los principios eternos del amor, de la justicia, del deseo de saber, del ansia de comprender.”

 Gregorio Marañón