Partiendo de la base de que todos los trabajos son iguales en dignidad, pero hemos de admitir que no en responsabilidad, por ello existen algunas profesiones que requieren una mayor carga vocacional y sobre todo de una diferente cualidad de esta: porque implican otro grado de responsabilidad, donación personal y de conciencia o compromiso moral.
Estas tres vocaciones excelsas serian: la medicina, la enseñanza y la religiosa, tal vez por ser las mas cercanas al sentimiento superior de ser humano que es el amor, y quizás no por casualidad, son las tres que personificó Jesucristo.
Las tres coinciden en muchos aspectos, hasta el punto que en ocasiones no se puede establecer frontera entre ellas, pero aunque suene a "barrer pa-casa", nos parece que es la profesión médica, la que requiere de mayor vocación y sobre todo, de "mas quilates" que ninguna otra.
Veamos porque, para ello como siempre nos inspiramos en nuestro maestro Gregorio Marañón:
“La vocación mueve a la eficacia verdadera de los hombres.
Todo lo que se hace sin vocación, por importante que parezca, se marchita como una flor.
Todo lo que se hace sin vocación, por importante que parezca, se marchita como una flor.
Todo lo que se hace con vocación, fructifica para siempre.
Hay que hablar, por eso, incesantemente de la vocación.
Las vocaciones son de dos categorías: las vocaciones de amor que son únicas, intransferibles y desinteresadas y las vocaciones de querer, que pueden ser múltiples, que cambian de sentido y que son, por nobles que sean, interesadas.
A partir de mi vocación de médico - una vocación de querer, pero con ribetes muy fuertes de amor- voy a plantear de nuevo este problema trascendental para los jóvenes, para enseñar la vocación a sus hijos”.
Hay que hablar, por eso, incesantemente de la vocación.
Las vocaciones son de dos categorías: las vocaciones de amor que son únicas, intransferibles y desinteresadas y las vocaciones de querer, que pueden ser múltiples, que cambian de sentido y que son, por nobles que sean, interesadas.
A partir de mi vocación de médico - una vocación de querer, pero con ribetes muy fuertes de amor- voy a plantear de nuevo este problema trascendental para los jóvenes, para enseñar la vocación a sus hijos”.
Del libro Vocación y ética.
“La Medicina tiene dos aspectos que la colocan en el rango de las actividades que exigen una vocación de superior categoría, aquella que hemos comparado con el amor, y que por tanto requieren atracción intransferible hacia su objeto, espíritu de sacrificio y aptitudes específicas.
Estos dos aspectos son: su práctica gratuita y entrañable en los pobres (y quizá en los que no lo son), tantas veces comparada con el sacerdote, y su estrecha alianza con la investigación científica pura”.
Estos dos aspectos son: su práctica gratuita y entrañable en los pobres (y quizá en los que no lo son), tantas veces comparada con el sacerdote, y su estrecha alianza con la investigación científica pura”.
Precioso simbolismo: de arriba abajo:
Manantial, fuente y cántaro:
El maestro, siendo cauce, ..siendo
agua.
El maestro, siendo cauce, ..siendo
agua.
“En teoría, se necesita, para ser un buen médico, una calidad muy excelsa de vocación.
Si ha de ejercer su profesión en las condiciones medias, su hallazgo continuo será el dolor (...) y en suma, su asistencia social será no más alta, pero sí mucho más abnegada y penosa que la del mismo sacerdote, porque éste no tiene que afilar todos los días su ciencia, como el galeno, y sobre todo porque el sacerdote no se acerca a la miseria humana, como nosotros, con la carga terrible de la responsabilidad.
El sacerdote sabe que va a hacer seguramente un bien y que va, seguramente, a dejar en pos de si una estela de veneración.
El médico, en cambio, no sabe si, acertando o no, le acompañará la gratitud, siquiera el respeto del enfermo y de sus familiares.
Ha de ser, pues la vocación del galeno de los quilates más altos para cumplir un día y otro, con las noches que sean precisas, su misión abnegada y oscura, sobre todo en ciertos de sus aspectos, como el médico de guardia de un hospital o Casa de Socorro, o el que hace la vida de sacrificio y guardia permanente como médico titular o de visita en un barrio de los suburbios de las grandes ciudades o en las aldeas.”
Si ha de ejercer su profesión en las condiciones medias, su hallazgo continuo será el dolor (...) y en suma, su asistencia social será no más alta, pero sí mucho más abnegada y penosa que la del mismo sacerdote, porque éste no tiene que afilar todos los días su ciencia, como el galeno, y sobre todo porque el sacerdote no se acerca a la miseria humana, como nosotros, con la carga terrible de la responsabilidad.
El sacerdote sabe que va a hacer seguramente un bien y que va, seguramente, a dejar en pos de si una estela de veneración.
El médico, en cambio, no sabe si, acertando o no, le acompañará la gratitud, siquiera el respeto del enfermo y de sus familiares.
Ha de ser, pues la vocación del galeno de los quilates más altos para cumplir un día y otro, con las noches que sean precisas, su misión abnegada y oscura, sobre todo en ciertos de sus aspectos, como el médico de guardia de un hospital o Casa de Socorro, o el que hace la vida de sacrificio y guardia permanente como médico titular o de visita en un barrio de los suburbios de las grandes ciudades o en las aldeas.”
“Yo amo sí, profundamente a la Universidad; porque nada me colma de alegría y de paz como ese acto transido de divina humildad que es la enseñanza".
“El profesor sabe y enseña; el maestro sabe, enseña y ama, y sabe que el amor
está por encima del saber y que solo se aprende de verdad lo que se enseña con amor“.
G. Marañón.
está por encima del saber y que solo se aprende de verdad lo que se enseña con amor“.
G. Marañón.
Buena entrada, estando de acuerdo en casi todo pero creo que hay otras actividades tambien igual de vocacionales,como enfermeria, policias etc...
ResponderEliminarNo lo dudo , de hecho como decia al principio, hay que partir de la base de que todos los trabajos son iguales en dignidad, y especialmente vocacionales los que dices: enfermeria y las Fuerzas de orden publico, que ponen en riesgo su vida por la seguridad y la vida de todos.
ResponderEliminarPero aunque sea pecar de ombliguismo, creo que la profesión médica tiene, como decía Marañón, unas connotaciones muy singulares, entre otras: la inseguridad de utilizar una ciencia siempre inexacta, y estar siempre en juego lo mas preciado del ser humano: la salud y la vida de las personas.