sábado, 19 de marzo de 2016

La OMC como problema

OMC
ORGANIZACION MEDICA COLEGIAL

Lo hemos dicho muchas veces: la mayoría de los problemas que afectan a la profesión médica en nuestro país -y más significativamente la actual situación de indefensión y acoso institucional que padecen los médicos de familia- creemos que son derivadas de la ausencia de representatividad, y asimismo del extenso y variopinto sistema parasitario sostenido en base a la explotación de los mismos.
Y un ejemplo de ello sería, en nuestra opinión, la inoperancia o maquina de generar problemas que supone la OMC (Organización médica colegial) que parece más dedicada a la alta política o a "corregir" el eterno y universal código deontológico de Hipócrates para adaptarlo a las políticas de ingeniería social del poder político.


Y no nos referimos solo al penúltimo conflicto -artificialmente creado- con el colectivo de enfermería respecto a la prescripción de medicamentos, donde se ha entrado ¨cómo elefante en una cacharrería¨ en la frágil relación médico-enfermería.


O a la prestación de su sede oficial para ¨debates o tablaos¨ homeopáticos.


 Nos referimos en este caso, al anuncio asépticamente presentado cada año, para hacer público el número de agresiones a médicos, generando una considerable alarma social pues todos los medios de prensa -ávidas de escándalos- se hacen amplio eco de ello. Y como casi siempre sucede cuando se dan este tipo de noticias victimistas, en las que se publicita asimismo la impunidad, pueden resultar paradójicamente contraproducentes incluso pueden servir de estímulo desde el punto de vista de la psicopatología social.
Y resulta de dudosa eficacia,  porque se echa en falta, hacer publico al mismo tiempo, un análisis y explicación de sus causas y sobre todo lo principal:  que en el caso de la Atención primaria, es la denuncia pública de la actual situación asistencial, con consultas de cinco minutos por paciente (incluidos niños) y de mas de 40 o 60 pacientes atendidos de forma continuada y sin descanso, lo que supone un riesgo para la salud pública y un atentado contra los derechos humanos.
Lastima que la gran difusión pública que tiene la OMC este tipo de comunicados, no se aproveche para romper el silencio mediático que rodea a esta situación tan alarmante de la sanidad de nuestro país, y única en el mundo.

Podríamos preguntarnos: ¿Cómo y por qué?:  Como toda estructura social de poder, para entenderlo tal vez habría que analizar su constitución y funcionamiento.
¿Es por desconocimiento de la situación?  No lo parece, pues paradójicamente su mayoría está constituida por médicos generalistas o de familia que ¨desertaron¨ un día de su actividad profesional para asentarse en tareas representativas, conociendo de primera mano la situación que hay ¨en el campo batalla¨ además de estar ampliamente informados y actualizados.
Pero la condición humana es la que es, y a veces quien huye de "la quema",  se olvida pronto del "fuego". Por lo demás, también es posible que hquien nunca tuvo vocación tampoco conozca el compañerismo

Para entenderlo mejor, tal vez habría que considerar la presión del poder político y sus amenazas más o menos veladas de suspender la colegiación obligatoria y la disolución de los Colegios profesionales y con ello su propia supervivencia institucional. 
 

sábado, 12 de marzo de 2016

El uso, abuso y maltrato a los médicos residentes



Gregorio Marañón en una sesión clínica, enseñando con su mejor "herramienta": "El mimetismo"


A raíz de esta noticia: La Comunidad de Madrid expedienta a un médico por agresiones verbales sexistas a una medico MIR,”.parece que sale a la luz una realidad que, lejos de ser un hecho aislado, tal vez sea la punta de iceberg de un problema mucho mas profundo y extendido, y que afectaría  a la raíz misma del sistema sanitario  en España.

Y es que, si hay algo especialmente deleznable, repudiable y vejatorio para toda la profesión médica, es el uso, abuso y maltrato de el-la médico en formación o “residente”.

Y no nos referimos al maltrato que proviene del sistema -que nos afecta a todos y mas significativamente a los médicos de familia-  y que por ser “impersonal” resulta menos dañino (aunque recordemos que los hospitales públicos se mantienen, sobre todo los  servicios de urgencias  y "la barra libre", en base a la explotación de este colectivo), sino que nos referimos al que se materializa dentro del propio estamento profesional, mas  en concreto por parte del médico “teóricamente" ya formado, al cual se le  encomienda una tarea educativa sobre el compañero en etapa de formación y se le dota por ello de una autoridad que puede mal-utilizar o pervertir para descargar frustraciones o pasiones personales o con fines puramente utilitaristas.

Y  es que, el componente de vileza y perversión que conllevan estos actos, seria comparable a otros delitos de no menor gravedad como el abuso de menores, maltrato de mujeres, o bulling escolar, pues también aquí se hace uso de la coacción, el miedo  y  la fuerza, en este caso en forma de poder.
No obstante -y esta es la buena noticia- también entraría como delito dentro del Código penal.
¿Por qué es especialmente grave? – Porque al igual que los otros delitos antes citados (abusos de menores, etc…) conlleva también un '"dolo o daño" no solo presente sino también futuro, con graves secuelas personales y sociales. 
Al médico en formación maltratado, se le privaria del aprendizaje de tres pilares basicos de la Medicina: 
    1-    La compasión con los mas débiles ( y por ello del enfermo), y por el contrario aprende el uso de la crueldad como medio eficaz de control humano, con todo lo que puede suponer en su futuro profesional, de déficit de empatía en la relación medico-paciente
     2-      El compañerismo: con todo que significa de respeto y reconocimiento del valor social y laboral de la Medicina.
     3-     Autoestima y valoración de la Dignidad humanao
Y es que, difícilmente alguien que presenta estos déficit formativos, puede valorar al enfermo y percibir toda su dignidad, estando por ello mas abocado a ser marioneta de políticas de ingeniería social utilitaristas: como "la eliminación" de seres humanos “inservibles" .
 Todo esto tiene también un coste  social pues el medico que ha sido maltratado en su etapa formativa, puede tener una mayor dificultad en el futuro, para realizar su trascendente labor social y humana. 

Por lo demas, debemos recordar que todo trabajo social supone una cuota de poder, pero se trata de un poder "prestado" que otorga la sociedad, y como tal es necesario hacer un uso adecuado y responsable del mismo, sabiendo que exige un pago social a plazos fijos, en forma de responsabilidad y con los más altos intereses de comprensión, en el caso del médico.
El hacer un uso abusivo o inadecuado de ese poder: con el subordinado, con el paciente o con la sociedad, es incumplir este contrato, bien porque no se ha leído “la letra pequeña”, o porque la sobrecarga “política” ha mermado, siquiera de forma pasajera, la resistencia, también humana, del médico. 
  
Recordemos algunas palabras al respecto del maestro G. Marañon: 
“La disciplina impide que el subordinado se conduzca con incorrección respecto a sus jefes; pero no sé que reglamento permite que el más alto pueda ser inconsiderado con el que ocupa las categorías humildes
El que llega, por legítimo que sea su triunfo, tiene siempre mucho que hacerse perdonar de sus semejantes. Y no hay forma más inaceptable de olvidarlo que hacer de la posición elevada pretexto para la extrema grosería”
De su libro: Vocación y ética