Uno de
los signos externos mas llamativos y representativos de la actual situación de la
sanidad en España, y mas en concreto de la atención primaria en Madrid -ademas de signo patognomónico de la degradación del acto médico- es la
existencia en Internet de portales especializados, donde se califica desde el anonimato, a los
médicos de atención primaria, de la misma forma en que se hace la
valoración de una aspiradora, lavadora, vehículo o cualquier otro objeto de
consumo.
Curiosamente no existe hacia otros colectivos sanitarios o extrasanitarios, como enfermería, administración, etc, entre otras razones porque quizás se sepa, que estos colectivos si gozan de protección legal y real, tanto de los sindicatos como de las asociaciones que los representan.
Curiosamente no existe hacia otros colectivos sanitarios o extrasanitarios, como enfermería, administración, etc, entre otras razones porque quizás se sepa, que estos colectivos si gozan de protección legal y real, tanto de los sindicatos como de las asociaciones que los representan.
Tampoco se
realiza hacia otros médicos especialistas o de hospitales, tal vez por la misma
razón.
Hay que decir que, las mas de las veces, además de aportar información, tan solo sirve como medio de expresión del resentimiento de quien no ha obtenido lo que deseaba o atendido en la hora citada: no se le dieron los fármacos que pedía, la baja que solicitaba o cualquier otro motivo, casi siempre ajeno a la labor propiamente clínica.
Hay que decir que, las mas de las veces, además de aportar información, tan solo sirve como medio de expresión del resentimiento de quien no ha obtenido lo que deseaba o atendido en la hora citada: no se le dieron los fármacos que pedía, la baja que solicitaba o cualquier otro motivo, casi siempre ajeno a la labor propiamente clínica.
Ni que decir tiene, que existen otras vias legales mas eficaces e inmediatas para expresar disconformidad, malestar o abiertamente denunciar lo que debe ser corregido o sancionado.
Teniendo en cuenta la actual situación de acoso laboral institucional que padece el médico de cabecera o atención primaria, en nuestro país, que debe atender a menudo, a mas 40 o 50 pacientes sin descanso y en menos de 6 minutos cada uno, asumiendo además en ese tiempo, labores de celadores, administrativos, enfermería, informáticos, etc,.. se trata tal vez, de una vuelta de tuerca mas, en su actual indefensión socio- laboral.
Y es que, hechos o realidades como estas, son signos patognomónicos de la degradación social del acto médico y la despersonalización de sus dos principales protagonistas: el paciente ya transformado en cliente, y del médico: en objeto burocrático repartidor de tickets varios.
Y es que, hechos o realidades como estas, son signos patognomónicos de la degradación social del acto médico y la despersonalización de sus dos principales protagonistas: el paciente ya transformado en cliente, y del médico: en objeto burocrático repartidor de tickets varios.
Lejos de
parecer una anécdota , creemos que se trata de algo mas grave y profundo, pues
ademas de retratar una realidad social patológica, se ataca un valor básico e
imprescindible en la relación medico-paciente como es el prestigio del
médico, sabiendo que éste, forma parte de la propia eficacia terapéutica del
acto médico.
Afortunadamente existe un espacio inviolable en la relación medico-paciente que es, la mas de las veces, inacesible a la manipulación social;
Es esta la grandeza del ser humano, que posee siempre la capacidad innata para ver y sentir la Verdad
A este respecto, nos decía nuestro maestro humanista Dr. Gregorio Marañón:
"La
Medicina vive de su indudable eficacia, cada día mayor; pero vive
también y actúa beneficiosamente gracias a su prestigio, al mito de su
eficacia, que es parte del honor profesional.”
"Cuidar ese prestigio es obligación primordial de los médicos, sin mas limitaciones que las que impone la salud del enfermo y la propia conciencia"
"Cuidar ese prestigio es obligación primordial de los médicos, sin mas limitaciones que las que impone la salud del enfermo y la propia conciencia"