Siguiendo la tendencia de "mosca coxonera", queremos formular algunas
preguntas que induzcan a la reflexión.
Tales cuestiones bien podrían entrar dentro de los "Grandes
enigmas y misterios sin resolver", por lo que no dudamos que en programas de tv.
sobre fenómenos paranormales, puedan resolverlos algún día.
La pregunta más exacta del titular seria:
¿Por qué no salen nuevos
antimicrobianos en general, ya sean
antibióticos, antifúngicos, etc., desde hace más de medio siglo?, (especialmente
por vía oral).
Es por ello, por lo que se siguen utilizando los mismos fármacos que salieron hace más de medio siglo, y a veces un siglo. Recordemos por ejemplo:
Tratamiento de primera elección amigdalitis aguda.
1ª opción:
Penicilina (sintetizada en 1926, casi un siglo). 2ª opción: Amoxicilina (1972, más de medio siglo)
Tratamiento de 1ª elección de Infecciones urinarias.
1ª opción: Fosfomicina, (descubierto
en 1968 por un grupo de microbiólogos españoles de la compañía estatal y “franquista”
CEPA).
Otras opciones: Nitrofurantoinas (1955), etc.
Tratamiento de 1ª elección de micosis: Clotrimazol (1960)
Otros ttos: Tetraciclinas, sulfamidas y metronidazol (1939-1959)
Y así un largo etcétera. El antibiótico más “moderno” podríamos decir que es la Azitromicina (1970, Lab. Pava Croacia)
Son solo algunos ejemplos, pero en medio están otros como las cefalosporinas, que nos "quedamos parados" en la tercera generación (años 70), pues la cuarta ya es solo de uso veterinario o de administración IV. (con alguna excepción) y a precios estratosféricos.
Por lo demás, podríamos hacernos también otras preguntas de “Misterios sin resolver”:
¿Por qué han caído en desuso, algunos antibióticos altamente eficaces (solos o combinados) como el cloranfenicol, la estreptomicina, etc...?
Creemos recordar que se justificó entonces, porque que el cloranfenicol podía inducir aplasia medular, pero por lo que sabemos hoy, es infinitamente menos que otros fármacos de uso común como el nolotil, además parece que eran casos dosis-dependientes y reversibles.
¿Por qué se dan dosis cada vez más pequeñas de antibióticos y pautas más cortas, a pesar de la supuesta mayor resistencia a los mismos?
Por ejemplo la pauta recomendada en los protocolos de amigdalitis, ahora es: 500 mg. cada 12 horas, cuando siempre fue cada 8 horas.
¿Por qué, sí que continúan saliendo nuevos antimicrobianos de uso agrícola o vegetal, ya sean fungicidas, antiparasitarios, etc.?
La respuesta, como diría Bob Dylan, tal vez está en el viento.
Por supuesto nada tiene que ver la mayor rentabilidad desde el punto de vista comercial, de los tratamientos patogénicos: de uso continuado, que los tratamientos etiológicos: de uso esporádico.
Podríamos imaginarnos vivir en la que época en que salieron muchos de estos fármacos: cuando los barcos eran de vapor y los trenes de carbón, no existían ni teléfonos móviles y en algunos casos ni siquiera teléfono, ni ordenadores personales, no había llegado la televisión o como mucho era en blanco en negro y los pocos coches -no de caballos- que había, arrancaban con una manivela delante, o como mucho el legendario Seat 600.
Afortunadamente para la humanidad, el progreso no se ha detenido en todas la facetas de la vida.
Interesante reflexión, amigo Juan. Y me temo que la única respuesta que lleva el viento es económica: la baja rentabilidad para la industria farmacéutica de la inversión en el campo de la antibioterapia.
ResponderEliminarCreo que has dado en el clavo , amigo Jose.
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