Prosiguiendo con temas que parecen tabú y haciendo, una vez mas de mosca-cojonera, nos hacemos esta pregunta.
Y proponemos 5 razones por la que
los Médicos de AP. aguantamos el
maltrato laboral:
1- Aunque popularmente se dice que
“tanta culpa tiene el que da como el que toma”.
En este caso no creemos que sea así,
entre otras razones porque uno de los signos identificativos y cuantificativos del maltrato -no solo laboral- es precisamente la ausencia de respuesta o capacidad
de reacción ante situaciones de abuso de poder.
De hecho se dice que el máximo
poder se manifiesta haciendo que otro haga lo que va contra su voluntad
e integridad, evitando su reacción por medio
de la coacción (miedo, culpabilizacion, división..), y es esta, la base de casi todos los delitos incluidos
las violaciones de derechos.
En el caso del actual acoso
laboral que padece el médico de AP, esta ausencia de reacción resulta el elemento mas
significativo: por ejemplo tras la
instauración del reciente sistema
informático AP-Madrid, que de hecho
destierra de las consultas a muchos compañeros mayores de 60 años o a los menos avezados en informática, puesto
que requiere muchas veces hacer mas de 150 cliks por paciente y precisa de 20 minutos al menos, para ser manejado con seguridad
disponiendo tan solo de 6, lo que impide la propia labor clínica y
asistencial e incluso mirar a los ojos del paciente.
Lo mismo se podría decir del resto
de puntos señalados en el acoso laboral, como otros del denominado Sutling
(asignar tareas por debajo de su cualificación para disminuir su autoestima) como las
labores de ordenanza y celador en salas
de esperas, cuando en el resto de trabajos del sector publico suelen disponerse de paneles o megafonía para tal
fin.
2- Por ausencia de representatividad
laboral real (al contrario que otros colectivos sanitarios cuya hiperprotección
sindical casi ha vaciado de funciones su labor asistencial)
3- Por ser el médico de AP. objetivo
prioritario del poder político en democracias inmaduras o enfermas. Ya que al ser los mas cercanos al
pueblo (masa votante) son la vía más fácil para mostrar y demostrar su
poder al político, y sobre lo que más preocupa al ciudadano: la salud.
Recordemos la famosa proclama* con la que se instauró el actual sistema sanitario -copia del cubano-: "No pararemos hasta ver al médico en alpargatas", evidentemente no se trataba solo en lo económico sino sobre todo en lo social. *Alfonso Guerra, mitin Jerez de la Frontera, 1982.
4- No podemos olvidar el factor personal del médico, y es
que, el estar en contacto con la enfermedad, muerte y desgracias humanas le
hace sentir quizás el “síndrome del superviviente de catástrofes” y por ello cierto masoquismo o pasividad ante
lo que le atañe personalmente.
5- Porque hasta ahora no ha habido un tratamiento verdaderamente eficaz, limitandonos a menudo solo a relamernos las heridas.
Lo cierto es que
la degradación del acto médico nos afecta a todos pues supone una desvalorización de la salud, la vida y la dignidad de las personas.
Y es que, hay que admitir que tratar a las personas (médicos y pacientes) como ganado, supone un retroceso social y un problema de salud publica, por ello combatirlo, tal vez deba ser un objetivo tan prioritario como cualquier campaña de vacunación o tratamiento epidémico.
Y es que, hay que admitir que tratar a las personas (médicos y pacientes) como ganado, supone un retroceso social y un problema de salud publica, por ello combatirlo, tal vez deba ser un objetivo tan prioritario como cualquier campaña de vacunación o tratamiento epidémico.
Afortunadamente existen algunos
horizontes abiertos, y es que, los políticos, jugando a progresistas, parece que
se les ha colado una ley boomerang sobre
el acoso laboral. Lo que probaría que tal vez detrás de esta patologia social, mas
que la perversión, se halla el error, la indolencia y la apatía.
Desde este blog, aunque
nos sintamos a veces perdidos en el desierto o moscas-cojoneras, seguiremos intentando poner granos de arena para que esto cambie.