Siempre es un ejercício de humildad y hasta sabiduría, admitir y asumir los errores, lo que nos puede hacer mas tolerantes y humanos.
A este respecto, estas palabras del maestro G Marañón, lo dicen todo:
A este respecto, estas palabras del maestro G Marañón, lo dicen todo:
“Errar, verbo simbólico que significa al mismo tiempo vagar y equivocarse: los dos grandes maestros de la vida.
Haber errado mucho y no tener intención de engañarnos. No hace falta más”.
Haber errado mucho y no tener intención de engañarnos. No hace falta más”.
“Porque las obras imperecederas no se hacen solo con virtudes, sino también con defectos:
Decidme una sola grande empresa humana en la que la dureza, la arbitrariedad, la vanagloria y el orgullo no hayan servido de nervio a las virtudes teologales para engendrar la inmortal creación”.
Decidme una sola grande empresa humana en la que la dureza, la arbitrariedad, la vanagloria y el orgullo no hayan servido de nervio a las virtudes teologales para engendrar la inmortal creación”.
Es frecuente ver en los grandes creadores, errores en su
escritura: palabras tachadas e ilegibles, flechas que las unen entre líneas, cambios de
dirección, etc.
Es, porque el camino empedrado de la creación -que es el de la Verdad- está forjado con rocas, algunas que se han de pulir, otras saltar, y aun hay otras piedrecillas que se meten a veces en el zapato y molestan al “caminar”.
Y también existen las que son lanzadas con el “tirachinas” de la envidia o con la “honda” del resentimiento, pueden ser éstas las más dolorosas por venir de la mano del hermano ciego o tal vez cojo.
Pero son “rozaduras”, quizás a la larga estimulantes, pues no llegan nunca al corazón y cicatrizan al instante cuando éste se halla revestido de “la generosidad”, que no es sino “el acorazado manto de Dios”.
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