Tal vez sería más exacto este titular: “la pandemia de defectos de refracción en los niños”, o más gráfico: “... de niños con gafas”.
Se trata sin duda de una pandemia difícil de cuantificar
pues que sepamos, no hay estudios estadísticos precisos; Pero nos
atreveríamos a aseverar que la fotografía que ilustra este artículo -hecha al azar- puede ser representativa. (6 de cada 8 niños necesitan gafas de manera mas o menos permanente)
Y es que, si hace una década, la proporción de niños menores de 7 años que precisaban gafas,
podría ser del 10 o 15%, hoy en día,
tal vez sea del 80 u 85% .
¿Qué ha pasado, o cual podría ser la causa de esta patologia con carácter pandémico, en los niños?
¿Qué ha pasado, o cual podría ser la causa de esta patologia con carácter pandémico, en los niños?
Con respecto a la etiología
nos atreveríamos a sugerir dos hipótesis:
1- La visión a través de los nuevos televisores de plasma con pantallas gigantes (casí todas más de 30 o 40 pulgadas) que inundan la mayoría de los hogares.
2- El uso y abuso de las tabletas, teléfonos móviles y ordenadores
1- La visión a través de los nuevos televisores de plasma con pantallas gigantes (casí todas más de 30 o 40 pulgadas) que inundan la mayoría de los hogares.
2- El uso y abuso de las tabletas, teléfonos móviles y ordenadores
¿Cuál sería la
patogenia?
Al margen de los caracteristicas tecnológicas de los
aparatos (resolución de la pantalla, etc. )
Y de los factores personales: constitucionales o hereditarios de cada niño
Hay que reconocer varios hechos que son consustanciales a la
naturaleza humana:
1- Y uno de ellos es que en general, los organos de los sentidos del niño -incluida la visión- responden de manera más intensa y prolongada a los estímulos, y especialmente a los visuales y auditivos tanto de imágenes como de colores, con una mayor fijación o focalidad de la vista a los objetivos, “forzando” toda la compleja estructura neuro-muscular y vascular del ojo, para la acomodación, parpadeo, secreción lacrimal...
1- Y uno de ellos es que en general, los organos de los sentidos del niño -incluida la visión- responden de manera más intensa y prolongada a los estímulos, y especialmente a los visuales y auditivos tanto de imágenes como de colores, con una mayor fijación o focalidad de la vista a los objetivos, “forzando” toda la compleja estructura neuro-muscular y vascular del ojo, para la acomodación, parpadeo, secreción lacrimal...
Y ello para adaptarse a dos factores medioambientales exógenos patógenicos :
1- Las grandes dimensiones de las pantallas de TV
2- La corta distancia
desde la que se suelen mirar, dadas las reducidas dimensiones de las viviendas
hoy en día.
3- El tiempo
prolongado que permanecen viendo TV
El hecho de que los niños -desde sus primeros meses y años-
aprendan a mirar la televisión en estas condiciones anomalas, sería una
aberración semejante proporcionalmente a si los adultos mirásemos las películas
de cine desde la primera fila, de forma prolongada y sistemática. Si así lo hiciéramos
presentaríamos cefalea desde el comienzo de cada película sin aguantar hasta su
final.
No es difícil pues imaginar cómo puede afectar al niño -en etapa madurativa- adaptarse a esta realidad patogénica ambiental, debiendo adaptar sus ojos para el efecto –defecto en este caso- de acomodación que exige esta situacion anomala.
No es difícil pues imaginar cómo puede afectar al niño -en etapa madurativa- adaptarse a esta realidad patogénica ambiental, debiendo adaptar sus ojos para el efecto –defecto en este caso- de acomodación que exige esta situacion anomala.
Respecto a las tabletas, teléfonos y ordenadores, valdrían la mismas hipótesis etiopatogenicas,
teniendo en cuenta que el niño queda aún mas absorto o hipnotizado por sus
pantallas, reducidiendose más aún la
distancia de visión y entrando en contacto físico con la pantalla a traves del tacto.
¿Cuál sería la
mejor solución o tratamiento?
Obviamente si el niño precisa lentes para corregir el defecto de
refracción, el oftalmólogo valoraría que tipo de optometría sería la más
adecuada y sus condiciones de uso, teniendo en cuenta que se halla en fase
madurativa y evolutiva y la gran capacidad de acomodacion ocular del niño
Respecto a las causas
etiológicas y medidas preventivas:
Parece razonable:
1- reducir en lo posible el tamaño de la TV de plasma de nuestros hogares (“menos pulgadas”)
2- instalarlas con la mayor distancia posible para su visión, procurando que los niños no se acerquen (situarlas en alto puede ser un medio).
3- limitar razonablemente el tiempo de visión de la televisión.
Lo mismo valdría para tabletas, ordenadores y móviles.
1- reducir en lo posible el tamaño de la TV de plasma de nuestros hogares (“menos pulgadas”)
2- instalarlas con la mayor distancia posible para su visión, procurando que los niños no se acerquen (situarlas en alto puede ser un medio).
3- limitar razonablemente el tiempo de visión de la televisión.
Lo mismo valdría para tabletas, ordenadores y móviles.
Ni que decir tiene, que volver
a leer libros de papel, ya sean cuentos, etc., jugar en el parque, naturaleza o con la familia, sería sin duda, la mejor escuela de salud.