viernes, 1 de julio de 2022

La vocación docente de los médicos

El Dr. Gregorio Marañón durante una sesión clinica en el hospital
 

“Yo amo sí, profundamente a la Universidad; porque nada me colma de alegría y de paz como ese acto transido de divina humildad que es la enseñanza.

Y esta enseñanza mía, que quisiera exhibir ante vosotros, no ha sido la profesional y protocolaria de ir a la cátedra a recitar mi lección.

Sino la de procurar que cada palabra pronunciada o escrita y que cada gesto mío, en cada uno de mis días, estuviesen impregnados de las dos razones inequívocas del enseñar; es decir, del sentido de la responsabilidad, y del anhelo de la claridad”.*

*Gregorio Marañón

Si lo analizamos con detenimiento, constatamos que la vocación médica suele llevar inherente, de manera más o menos manifiesta, una vocación docente.

 Ya sea de forma directa: en tareas de formación de estudiantes, médicos residentes o en comunión con otros compañeros.

O de forma indirecta: con múltiples formas de expresión como: divulgación de conocimientos médicos para que lleguen al resto de la profesión, es el caso de revistas y blogs, muchos de los cuales contienen actualizaciones y aportaciones clínicas y humanísticas muy valiosas, a veces inédicas o traducidas de recientes estudios clínicos, o resúmenes practicos de lo mas sustancioso publicado en el ambito medico, etc.

Y asimismo por la expresión de experiencias vivenciales y testimoniales en el ejercicio profesional, que poseen un gran valor didáctico al favorecer el aprendizaje por mimetismo.

Pero todos tienen en común dos elementos: 1- un afán divulgador de la ciencia médica, que en si misma es singular por ser siempre inexacta y por ello en continua revisión y crecimiento; Y 2- un fin de trascendencia casi siempre involuntario e inconsciente.

Y es que como decíamos: esta vocación docente en los médicos es puramente instintiva o espontanea, como las plantas que surgen entre los huecos de las piedras, pudiendo manifestarse naturalmente de múltiples formas y al margen del tiempo.

Personalmente siempre recordaré: mi primer trabajo como médico rural para realizar una suplencia en un pequeño pueblo de Castilla, y cuando sentia la misma inquietud que el torero al salir por vez primera a torear:

El médico y compañero del pueblo, al que debia suplir -ya veterano-,  antes de irse de vacaciones (y yo boligrafo en mano), estuvo el día anterior “regalándome” todo cuanto el sabía y prescribía de forma practica, ante las patologías mas frecuentes que se pudieran encontrar, así como el enfoque clinico y humano que el daba en cada situación, allí por ejemplo, aprendí de memoria la formula magistral de la limonada alcalina para las diarreas simples, que tantas veces he prescrito y escrito a pacientes.

Pero sobre todo, en ese momento aprendí la primera gran lección docente de compañerismo: en forma de ilimitada generosidad. 


“El verdadero maestro ha de saber con toda naturalidad saltar desde su púlpito profesional al banco del oyente."

Enseñar es también aprender, hay que mirar la verdad desde el anverso y desde el reverso; desde el plano que ven nuestros ojos y desde el plano visto por los demás. Más aún: si el enseñar nos hace aprender es, entre otras cosas, por el vacío que deja en nuestro espíritu la enseñanza y por la subsiguiente necesidad de llenar con esencias nuevas ese vacio”.*

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“Quisiera que fuera un acicate más en el ánimo de los médicos jóvenes, y, sobre todo, de los que están por las zonas rurales, para interesarles en el estudio de la patología nacional, todavía atrasada.  

Todos tenemos que trabajar, sin ligerezas pero con prisa, para dejar a los que nos sucedan nuestra tarea terminada y, por añadidura, todo lo que podamos de lo que nuestros abuelos dejaron por hacer”. *         

                                                             *Gregorio Marañón

 

 

viernes, 24 de junio de 2022

Gran manifestación en Defensa de la Vida y la Verdad: 26 junio en Madrid

 


"La aceptación social del aborto es, sin excepción, lo más grave que ha acontecido en este siglo XX "   *Julián Marías

 

Está convocada una gran manifestación para este domingo día 26 de junio en Madrid, una nueva "Marcha por la vida " en defensa del niño cuando está dentro de su madre, de la mujer embarazada y en general: en pro de la Dignidad  humana.

Convocan la manifestación: más de 150 asociaciones, incluida "Médicos por la Vida".

Llama la atención que este movimiento próvida está liderado y gestado inicialmente en España, por médicos y sanitarios en general, en concreto por el Dr. Poveda, Dra. Gador Joya, Médicos por la vida, etc.

Muchos estamos convencidos que cuando pasen estos tiempos tenebrosos para la humanidad, al igual que pasaron otros que padecieron asimismo plagas sociales como la esclavitud, el racismo, etc., se podrá constatar la heroica labor de estos compañeros excepcionales.

Por desgracia hoy, debemos admitir que la palabra "entrañable" ya ha perdido su significado en esta generación.

La defensa de la vida del niño no nacido esta en el ADN del médico, basta recordar que se trata de uno de los principios basicos del eterno y universal Juramento  Hipocrático pues ya entonces, hace más de dos mil años, como ahora y siempre, ha existido la tentación eugenésica y el instinto de pura animalidad que induce a eliminar a los más débiles e "inservibles"

Y es que muchos pensamos que la civilización y el progreso humano, no es mas que una lucha constante contra ese instinto antropoide que anida en el ser humano y que es literalmente como una bomba de destrucción masiva, cuando se traduce en Leyes. 

Pero hay motivos para la esperanza y que esta larga batalla dará sus frutos, de hecho hoy, festividad del Sagrado Corazón de Jesus,  se ha producido como un milagro: Un histórico triunfo provida en Estados Unidos: La Corte Suprema elimina el derecho al aborto

 -“La amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño, al niño inocente que muere a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio hijo, ¿cómo podremos decir a otros que no se maten?       *Teresa de Calcuta

 


 

 


sábado, 18 de junio de 2022

Vía de transmisión aérea: la gran olvidada en Medicina laboral y preventiva

 

 

Tratamos de expresar que la vía de transmisión aérea no es considerada aún, desde el punto de vista laboral y preventivo, con la importancia real que tiene respecto a otras vías como la oral o parenteral ; Y la reciente pandemia tal vez ha brindado la oportunidad de redescubrirla y revalorizarla.

Resulta interesante observar una de las grandes `revoluciones´ o cambio de hábitos sociales que se ha producido con motivo de la reciente pandemia: y ha sido el `enfoque´ de la Medicina y más en concreto en su vertiente preventiva, sobre la vía aérea como puerta principal de entrada y transmisión de agentes patógenos.

Las mascarillas, las distancias interpersonales, aireación de  espacios cerrados, geles hidroalcoholicos, etc, son algunas  de las medidas que se han utilizado para preservar o proteger esa revalorizada vía de entrada.

 Pero cuando hablamos de vía aérea, no nos referimos solo a las vías respiratorias por inhalación, sino también a otras como la transdermica o a través de la piel, cual serían por radiaciones ionizantes y electromagnéticas.

Sin embargo debemos admitir que esta vía de entrada respiratoria, nunca dejó de ser la principal, de hecho cuando los médicos de familia hacíamos registros de patologías semanales siempre eran estas enfermedades respiratorias las mas numerosas, si bien solían ser de naturaleza leve y evolución limitada.

Es verdad - como diria aquel- que en los dos últimos siglos se ha llegado a un control casi absoluto de otras vias de transmisión potencialmente patogénicas: como  la vía oral o digestiva, con legislaciones sanitarias internacionales estrictas y eficientes, referidas a la preparación y conservación de alimentos incluso con una desmesurada política de caducidad, todo ello hace que sean casi anecdóticas, hoy en día, las intoxicaciones alimentarias graves.

Sin embargo siempre nos pareció la vía aérea como la `cenicienta´ de esta política sanitaria preventiva, a excepción  de enfermedades como la silicosis o asbestosis que afectaban a los mineros, y que sí se han tenido en consideración.

Por ello observamos con estupor e impotencia algunos trabajos donde nos  parece que  literalmente se autointoxican sin saberlo, los trabajadores y no se puede hacer nada legalmente: es el caso de quienes trabajan en talleres de coches situados en sótanos de aparcamientos abarrotados de vehiculos y casi sin ventilación, obreros que respiran todo el polvo de las obras sin protección respiratoria ¨excepto el casco¨, de igual modo agricultores  o jardineros que fumigan con plaguicidas y demas productos fitosanitarios, pintores, panaderos, cocineros, limpiadoras, y un largo etc.; 

Personas que trabajan en edificios o locales, donde el aire condicionado o la calefación, se ponen en funcionamiento sin orear o limpiar antes los conductos de aire tras meses inactivos, generando enfermedades respiratorias colectivas, etc.

 La protección de la vía aérea parece no existir en una gran variedad de trabajos, tal vez porque no conllevan consecuencias patologicas inmediatas graves, pero sin embargo para el `ojo avizor´ o vulgarmente llamado `ojo clinico´ de los médicos de cabecera, siempre nos llamó la atención: cuando encontramos pacientes que padecen EPOC u otras patologias graves, sin haber sido fumadores y sin aparente causa directa* ; Pero profundizando en la anamnesis, descubrimos que muchos de ellos tuvieron trabajos de riesgo sin protección como: albañiles, carpinteros, canteros, pintores, barrenderos, limpiadoras, etc.

*(Todo ello sin obviar otra causa, a nuestro juicio condicionante, cual serian las neumonias o neumonitis de repetición por aspiración, tan frecuentes en pacientes crónicos con sedentarismo y obesidad: por hernia de hiato y reflujo gastroesofagico)

 

Y es que por ejemplo, las partículas que hay en el polvo de una obra, especialmente las de menos 10 µm contienen sílice y otros agentes tóxicos que ejercerian un efecto similar al carbón en la silicosis o amianto en la asbestosis: con fibrosis intersticial pulmonar, granulomatosis, EPOC y posiblemente cáncer.

Por no hablar de inhalacion de gases disolventes o toxicos en multiples trabajos, por ejemplo las limpiadoras: con el uso de  productos quimicos cada vez mas corrosivos o con metales pesados, potencialmente muy toxicos por via inhalada o topica.

No hay que olvidar que la expulsión de lo inhalado por via respiratoria resulta mucho mas dificultoso -y a menudo imposible- que lo ingerido por via digestiva, que se hace de forma fisiologica y natural.

La gran tarea por cumplir para la Medicina laboral y preventiva así como para las Legislaciones sanitarias, tal vez sea enfocarse más en esta vía de transmisión aérea como puerta principal de entrada de agentes patógenos, tanto a nivel de las vías respiratorias como transdermica, ya sean estos agentes: infecciosos, tóxicos o radiaciones ionizantes y electromagnéticas.


 “Mas lo que suelen olvidar los médicos es que el progreso de su ciencia no depende solo de la difícil experimentación, sino también de la simple observación del enfermo, cuando se hace no como una rutina, sino con espíritu científico”.

 

“El médico debe ser antes que experimentador, naturalista; para serlo, le basta ver  con ojos de investigador lo que la naturaleza en forma de dolor le presenta”.

                                     

                                         *Gregorio Marañón