sábado, 15 de marzo de 2014

La importancia del diagnostico etiológico, también en las ENFERMEDADES SOCIALES

Gregorio Marañón junto al busto de Ramón y Cajal
 
Todos lo sabemos y es la base de la Medicina: "lo importante en las enfermedades, es llegar a su diagnostico causal o etiológico, y en base a ello, establecer un tratamiento adecuado".

Incluso es de sentido común y hasta es de uso popular la expresión de que ante los problemas: "hay que ir a la raíz y no andarse por las ramas". 
Por ejemplo, ante un proceso febril es necesario intentar establecer su origen: si es por un proceso infeccioso vírico o bacteriano, amigdalitis, otitis, etc... y tratar con antibióticos en su caso.
 Ante un "dolor de pecho" es necesario intentar saber si se trata de una simple contractura, fractura costal, embolia o un infarto de miocardio, etc,  y en base a ello, establecer un tratamiento adecuado, que en este caso puede resultar vital. 

Respecto a las enfermedades sociales (incluyendo los acosos laborales) nos encontramos tal vez con el gran reto del siglo XXI, y es que, hay algunas que están ampliamente descritas desde la clinica pero tal vez precisan de un diagnostico etiológico mas definido, y en base a ello poder establecer un tratamiento eficaz y una estrategia preventiva. 

Pero debemos admitir que en este caso, la Medicina no puede, por si sola, establecer dicho tratamiento, para ello es necesario la acción de la Justicia.
La Medicina nada pide a cambio, tan solo puede ofrecer colaboración aportando su conocimiento científico, y como prueba de credibilidad muestra su conocido y reconocido equipaje de moralidad: el del viejo maletín heredado de otras generaciones, forjado de generosidad y sacrificio.


 Y es que, como dice nuestro maestro Gregorio Marañon:
"Todo enigma tiene un sentido y hay que buscarle hasta encontrarlo, sin que las excepciones desconcertantes nos induzcan a abandonar el campo recto. El alma del científico jamás retrocede ni se deja guiar por la excepción”. 

“Lo que verdaderamente importa es saber si la lesión cardiaca o nerviosa es reumática o sifilítica o debida a una degeneración vascular. Solo cuando la etiología se nos escapa y, por desgracia, esto ocurre con harta mayor frecuencia de lo que quisiéramos, solo entonces, nos contentamos con el rótulo clásico de la enfermedad o del síndrome, que lleva aparejado un tratamiento necesariamente sintomático y, por tanto, incompleto . 

O si cabe, más hondamente expresado: Mi punto devista, eje de mi actitud profesional y pedagógica, es que del hecho clínico hay que partir,  invariablemente, hacia la etiología. 

Buscarla encarnizadamente y actuar con una terapéutica adecuada a ella.  
Y si no se puede lograr este intento etiológico rigurosamente, no importa; hay que intentarlo de nuevo o, en el peor de los casos, proceder con una táctica aproximativa… más aun: si ni siquiera vagamente acertamos con la etiología, solo el “propósito etiológico” nos dará la mejor indicación para acertar.
La Medicina es una ciencia práctica y no unos juegos florales. Y para la solución práctica del  problema que el organismo que sufre nos plantea, la patogenia nos importa solo relativamente".

jueves, 13 de marzo de 2014

El placer de curar

El placer de curar, en el médico, casi siempre va asociado al orgullo de servir (algo casi extinguido en estos tiempos y en otras profesiones), y es ahí, posiblemente donde nace la raíz mas profunda del prestigio social del médico.

Lo explica mejor nuestro maestro Gregorio Marañón, con estas bellas palabras, que deben ser bien interpretadas:



”Yo tengo la certeza, después de haber pensado mucho en ello y de haber recogido muchos datos en mi vida profesional, que el estímulo más importante que nos ha llevado, casi adolescentes, a la Facultad de Medicina es, y esto, parece una perogrullada, el impulso de curar al prójimo, de aliviar sus dolores y eventualmente arrancarle de la muerte”.
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El médico sabe mejor que nadie lo que hay de casual y de inexplicable en el arte de curar; pero, sea como sea, como  resultado de nuestro saber o como don de un venturoso azar, la curación lograda es una semidivina alegría que nos compensa de todo lo demás”.

“El médico siente junto al goce puro del bien realizado, la  caricia ruidosa o callada de la gratitud del enfermo y de sus familiares; y la emoción profunda de recibir, en  esa gratitud, una de las formas más sutiles, pero más eficaces de superar espiritual y socialmente a otros seres humanos.
El merecer la gratitud de alguien es casi como poseer el espíritu del agradecido”.

martes, 11 de marzo de 2014

La importancia de admitir los errores


Escrito de Gregorio Marañón
Siempre es un ejercício de humildad y hasta sabiduría, admitir y asumir los errores, lo que nos puede hacer mas tolerantes y humanos. 

A este respecto, estas palabras del maestro G Marañón, lo dicen todo: 
 “Errar, verbo simbólico que significa al mismo tiempo vagar y equivocarse: los dos grandes maestros de la vida.
Haber errado mucho y no tener intención de engañarnos. No hace falta más”.

“Porque las obras imperecederas no se hacen solo con virtudes, sino también con defectos:
Decidme una sola grande empresa humana en la que la dureza, la arbitrariedad, la vanagloria y el orgullo no hayan servido de nervio a las virtudes teologales para engendrar la inmortal creación”.
Es frecuente ver en los grandes creadores, errores en su escritura: palabras tachadas e ilegibles, flechas que las unen entre líneas, cambios de dirección, etc. 







Es, porque el camino empedrado de la creación -que es el de la Verdad- está forjado con rocas, algunas que se han de pulir, otras saltar, y aun hay otras piedrecillas que se meten a veces en el zapato y molestan al “caminar”.

Y también existen las que son lanzadas con el “tirachinas” de la envidia o con la “honda” del resentimiento, pueden ser éstas las más dolorosas por venir de la mano del hermano ciego o tal vez cojo.

Pero sonrozaduras”, quizás a la larga estimulantes, pues no llegan nunca al corazón y  cicatrizan al instante cuando éste se halla revestido de “la generosidad”, que no es sino el  acorazado manto de Dios”.