sábado, 16 de marzo de 2013

¿Que pasa cuando el médico de a. primaria NO tiene coche?



Se trata de una situación o circunstancia, que puede ocurrirnos a todos, y que nos permite descubrir una nueva perspectiva de nuestro trabajo y en general, de la sociedad.

Lo primero que se descubre y constata cuando no podemos disponer de nuestro vehículo particular, es que se trata de un instrumento mas de trabajo, pues permite visitar en sus domicilios a aquellos enfermos agudos o crónicos que no pueden o no deben acudir a la consulta, también sirve para adelantarse a los servicios de urgencias, a veces, previa llamada de estos -cual chico de los recados-, para valoración de patologías urgentes, y asimismo nos permite tambien disponer de la autonomía personal necesaria en un trabajo, en el que el tiempo, siempre es relativo.

Por otro lado, en estas circunstancias tenemos la oportunidad de volver a utilizar los medios de transporte publicos, lo que nos permite el gozo de diluirnos dentro de la masa social como unos currantes mas; 
Y no deja de llamarnos la atención algunas cosas paradojicas, como por ejemplo la gran tolerancia en general que existe, para soportar los retrasos de los vehículos (autobuses o trenes) al margen de las inclemencias del tiempo, en comparación con la intolerancia que hay cuando se tiene que esperar una demora de escasos minutos para ser atendidos por el médico, estando en este caso, sentados cómodamente en un centro climatizado y leyendo el periódico.

También llama la atención, ver como otros trabajadores de la administración  (hacienda,  educación, etc...) disponen de estacionamientos en sus trabajos o se reserva un espacio de la vía publica para sus vehículos, mientras los médicos de Centros de salud, sobre todo en Madrid, no disponen de ningún espacio de estacionamiento, y de hecho son multados por estacionar su vehículo (a pesar de ser medios o instrumentos de su trabajo).
Lo que supone un signo mas, del menosprecio y acoso institucional al que se ve sometido el médico de atención primaria, y asimismo una muestra mas, de la ausencia de responsabilidad de los supuestos gestores del sistema sanitario, que deberían procurar los medios adecuados para el desarrollo del trabajo del médico, pues se trata de un servicio publico esencial y prioritario al de recogida de impuestos municipales... si bien es verdad, que estos permiten el mantenimiento de la casta política, de donde surgen dactilarmente sus puestos directivos.

Se tiene tambien a veces la sensación, de que mientras unos creemos que trabajamos para mejorar esta sociedad y tratamos de arreglar o aliviar los problemas de las demás personas, constatamos que otra  parte de la sociedad  parece  remar en dirección contraria o frenarla pasivamente: talleres de coches que tardan mas de un mes en arreglar unos golpes de parachoques, seguros con cláusulas-trampa abusivas para no asumir los gastos de las reparaciones, etc...
Y mientras tanto: la maquinaria impositiva del nuevo estado feudal de la aristocracia política, prosigue el desfalco de las clases medias y bajas.

Hemos de decir que en estas circunstancias también se manifiestan facetas positivas en nuestro trabajo y en la sociedad: ejemplos de generosidad  y compañerismo.
Y también se descubre "el efecto terapéutico" que parece ejercer el hecho de carecer de coche:  muchos avisos a domicilio de pacientes que decían no poder acudir al centro de salud, por encontrarse mal y carecer de medios de transporte,  pero al referirles que el medico no dispone de coche, mágicamente se presentan al poco tiempo, traídos por algún familiar y muy mejorados respecto a como decían sentirse. 

Pero cuando carecemos de coche, una vez mas, nos acordamos de tantos admirados y ejemplares compañeros, que por sus circunstancias personales de salud, etc, no pueden conducir;
Como también de aquel compañero joven, que después de acudir a pasar consulta varios días y atender a cientos de pacientes, además de ir a visitar a enfermos en sus domicilios, recibió varias multas por aparcar, las cuales suponian un coste superior a lo que ingresó por su trabajo de suplente, por lo que literalmente le salio su trabajo en deuda personal. 

Lamentablemente vivió una cruda realidad: la indefensión juridica y laboral del médico de atención primaria en España.

viernes, 15 de marzo de 2013

La renovación de la atención primaria desde la consulta, libro de Juan Gervas



La renovación de la atención primaria desde la consulta, de Juan Gervás y Josep Casajuana.

Se trata de un libro, que se puede descargar libremente desde esta Web: http://www.upf.edu/catedragrunenthalsemg/publicaciones/coleccion_catedra.html

En el mismo, se realiza uno de los análisis más lucidos, prolijos y transparentes de la actual situación de la sanidad en España, y más en concreto de la denominada Atención primaria.

Esta coordinado por Juan Gervas, un médico singular: uno de esos personajes heroicamente ejemplares, que surgen de vez en cuando, en esta "piel de toro",  y que son como una mezcla de Don Quijote, San Juan de la Cruz y Manolete.
El análisis no puede ser mas certero y racional, y los argumentos mas lucidos y contundentes. 

Solo nos queda una duda: 
¿Basta la racionalidad, la verdad  -e incluso  la "Verdad"-  para resolver un problema social de estas dimensiones?
  ¿Lo podemos -y debemos- hacer solos los médicos, es decir forma parte de nuestra misión profesional y social, tambien la organización de un sistema sanitario?
Por desgracia, pensamos que hay tiempos históricos o situaciones sociales patologicas, donde la Verdad y la realidad son bienes de escaso valor, suele coincidir con crisis o derivaciones sociales.

 Sí creemos, que forma parte de  nuestro cometido, como agentes sociales de la salud,  tratar de señalar los errores o desviaciones de un sistema sanitario del que somos protagonistas principales, y que afecta a la salud de la población, con objeto de mejorar el funcionamiento del mismo.

Pero por desgracia muchos creemos, que aun nos falta por definir y asumir una dura y cruda realidad:  que la solución mas eficaz y eficiente a cuantas aberraciones y desviaciones tiene nuestro sistema sanitario, y mas en concreto la "Atención primaria", pasa, invariablemente por la actuación de la Justicia.

domingo, 10 de marzo de 2013

¿Porque en España se come peor pan ?



Se trata de una pregunta, deliberadamente provocativa, y  la hacemos a la vista de una realidad: más del 70 por ciento del pan que se consume en Madrid (y una gran parte del que se consume en España) es pan ya precongelado, precocido y prefermentado.
El resultado es un pan que se endurece como roca o metal, a las pocas horas, con un sabor y una textura peculiar que hace que se deshaga en la boca como la arena de la playa.
Y si además es sometido a nueva congelación y recalentamiento, el resultado puede ser aun mas explosivo, pues parece indistintamente plastelina o goma--2.

Eso si, es un pan que da el pego” recién vendido, pues tiene buena imagen y se puede servir como recién sacado del horno, tan solo hay que dorarlo unos minutos y ya esta.

Cabe tambien la posibilidad de que el pan que se adquiera no sea precongelado sino pan industrial (menos del 30%,) pero en  este caso el resultado no es mejor, pues lleva tantos complementos y suplementos panarios sustitutivos de la harina, que hacen de el, mas un producto de ingeniería alimentaría.

Tan solo en algunos núcleos rurales de España, es posible hoy en día, seguir degustando el pan tradicional, hecho con los ingredientes de siempre: harina, levadura, agua, tiempo, y el quinto y mas importante: el trabajo y espíritu de sacrificio del ser humano entendido este, como servicio a los demás y como contribucion a la perfección de la naturaleza y honra a su Creador.

Resulta paradójico que habiendo sido España, tradicionalmente, el granero de Europa (por las dos Castillas,  Andalucía, etc.), y seguramente el país con los mejores campos y el mejor sol para el cultivo del trigo;  
Sin embargo, en la actualidad  -y no es broma-  mas del 80 por ciento del trigo que se consume en España, es de origen ruso: un trigo que no conoce el sol sino de pasada o de referencias, y que tal vez todavía sigue perfumado con la suave brisa de  Chernovil.
También extraña, que esto ocurra en el país con una mayor herencia de las tradiciones greco-latina, árabe y judeocristiana, culturas forjadas alrededor del trigo, por ello se habla de la civilización del trigo en contraposición con la del maíz de América y todas sus culturas mayas y precolombinas.
Sin embargo es en todos los países latinoamericanos, y  especialmente en México, donde hoy en día, se puede degustar quizá el mejor pan del planeta: un pan exquisito, amasado durante las horas necesarias, trabajado durante la noche y el día, que ha fermentado durante el tiempo  -y "solo" con los ingredientes-,  que la naturaleza requiere.
Siendo las panaderías autenticos templos gastronomicos o talleres artesanos, donde se funden en la masa, el trabajo creativo y fecundo del hombre con los frutos que ofrece la naturaleza.
(Curiosamente casi todas las panaderías son regentadas por españoles que emigraron a esos países, hace una o varias generaciones.)



¿Pero a que se debe esta nueva moda? ¿Porque, como y cuando se impuso?

Como todas los cambios que conllevan perdida de calidad o cualidad de vida, tal vez sean signos de patologías sociales: y mas aun cuando se trata de un alimento tan simbólico como "el pan nuestro de cada día".

En la respuesta quizas influyan muchos factores, como la desvalorización del trabajo, entendido este como servicio social, espiritu de sacrificio y valoración de la obra bien hecha, transformado tan solo como un medio rapido de enriquecimiento personal.
(Parece que ya solo van quedando algunas especies sociales raras, como los médicos, etc, en los cuales prima en su trabajo: el espiritu de sacrificio y su vocación de servicio.)

Aunque tal vez se halle detras, una sociedad en crisis -no solo economica-, en la que hay una sobrevaloración de las apariencias mas que la realidad, la imagen mas que el contenido, la cualidad mas que la calidad, y la oscuridad mas que la Verdad.
Tal vez no sea ajeno a esta deriva social, otras corrientes como la denominada nueva cocina, forjada tan solo en base a las apariencias, el marketing y la manipulación extravagante de los alimentos.