Cuando todavía colea el escándalo por las preguntas realizadas en el examen de OPE para selección de médicos de familia en la Comunidad de Madrid, preguntas aberrantes y de temas ajenos a la Medicina: como sobre programas informáticos, etc.
El nuevo concurso de traslados de médicos de familia no
podía ser de otra manera, en el actual contexto de desprotección laboral, prosigue la dinámica del maltrato y discriminación respecto a otros colectivos
sanitarios y no sanitarios, y el signo patognomonico de actuación: la ausencia total de responsabilidad por parte de la administración.
Y es que, además de los referido en esta otra entrada: El desprecio de los méritos profesionales en los concursos-oposiciónde médicos de familia
Resulta que la documentación certificada de los servicios
prestados -solicitada con un mes de
antelación- e imprescindible para concursar, se entrega a los médicos, cuando faltan apenas unas horas para la finalización del
plazo, en viernes por la tarde, (los registros de la Consejeria de sanidad
cierran los sabados) y por unos cauces, sino ilegales si al menos alégales:
La mayoría lo recibe por correo corporativo en la tarde del
viernes, por lo que quienes tuvieran jornada de mañana debieron desplazarse
a su centro fuera de su horario laboral, a veces ya cerrado, para recabar tal
documentación oficial imprescindible.
Ni que decir, que aquellos compañeros que singularmente se
encontraran de baja o cualquier otra circunstancia, o que no se enteraran, se
quedaban sin posibilidad de ejercer ese derecho de concursar..
Contrasta todo ello, con
la diligencia en entregar tal documentación a otros colectivos como enfermería,
auxiliares, etc... que los tenían más de
10 días antes.
Hechos como estos serian denunciables jurídicamente por vulnerar
los derechos de los médicos como trabajadores, pero un signo mas del desprecio, maltrato y discriminación laboral que padece el medico de familia en España, y un retrato hiperrealista del tinglao parasitario e inoperante, montado en base a la explotación de los médicos de cabecera, en nuestro país.