domingo, 2 de marzo de 2014

El prestigio universal de "ser médico"



Se lo decimos a menudo a los jóvenes estudiantes de Medicina que acuden, en prácticas, a nuestra consulta:  "Una de las cosas más gratificantes que podemos sentir, tanto a nivel profesional como personal, es constatar y vivir en primera persona, el prestigio social de  “ser médico”

Se trata de un prestigio general que se puede vivir en cualquier lugar o circunstancia, y no es artificial ni espúreo como el de la fama o el dinero, sino que es de naturaleza mas profunda y universal, tal vez porque deviene fundamentalmente de la raíz misma de la profesión: que es la generosidad y la vocación de servicio.

Y ello, a pesar de los errores de una ciencia que es, y será siempre, inexacta,  y las cargas de profundidad autolíticas de aquellos compañeros que caen seducidos por intereses  económicos y comerciales, o abducidos por ideologías políticas que justifican atentados contra la dignidad humana.


un enlace

Y es que, como ya dijimos: "No existen fronteras para el medico: su pasaporte es universal, carece de caducidad y tiene una sola nacionalidad: la Humanidad".

 O como nos dijo nuestro maestro Gregorio Marañón:
"Este hombre recto, pacifista que prefiere morir por la paz a conquistar la paz con la guerra, es casi siempre un medico.
.. El medico, en la guerra, es el único que no quiere matar, el único para quien no existe el enemigo, porque no hay enemigo capaz de esconderse dentro de un hermano".              

miércoles, 26 de febrero de 2014

El fallo mas grave y peligroso del sistema informático de AP-MADRID



Un ejemplo que muestra como, a veces, el progreso tecnológico puede producir un retroceso social, es la introducción de la informática en las consultas médicas de atención primaria.
Y no tanto por la propia tecnología informática, que en si misma es útil y valiosa, sino porque en su aplicación se ignora o desprecia el factor mas importante: EL TIEMPO,  y por ello lleva la firma inequivoca de la  IRRESPONSABILIDAD.

Es lo mismo que si en el AVE se trata de recorrer un trayecto o una curva en menos tiempo del posible y sobre vías de ancho incorrecto...  todos sabemos desgraciadamente lo que ocurre.

En este sentido, el último sistema informático AP-MADRID es una vuelta de tuerca más, en la dificultad para atender al paciente.
Si para realizar una receta a mano se precisaban 10 segundos, ahora son necesarios unos 2 minutos, teniendo en cuenta que habitualmente son varios fármacos para tratar cualquier patología, vemos que solo para realizar el acto mecánico de hacer recetas se precisan mas de  6 o 8 minutos, si añadimos el tiempo necesario para el registro clínico de los episodios, la lectura de su historial, manejar impresora, papel, etc... vemos que sumarian mas de 20 minutos.
Teniendo en cuenta que el sistema solo permite menos de 6 minutos para atender a cada paciente, es fácil deducir el colapso y el peligro que supone para la salud publica, incluida la del médico.

Pero la mayor perversión del sistema viene precisamente porque se elimina el tiempo necesario para la inspección, anamnesis, exploración del paciente, para la explicación de los tratamientos...  porque se impide mirar al paciente.
Y es que, debemos recordar que la degradación del acto médico conlleva inexorablemente a la desvalorización de la salud.. de la vida, y por ello de la propia dignidad humana.
Por lo demas, casi todos los errores del sistema AP-MADRID derivan precisamente de esta perversión inicial: la ausencia de tiempo, aunque existen algunos mas singulares que expondremos  mas adelante.

Dado que detrás de todo esto, solo está el vacío y la irresponsabilidad, seguimos creyendo que la via judicial es la única opción posible para resolver la grave problematica de la atención primaria de este pais.