Como todos los
veranos -coincidiendo con las vacaciones y la ausencia de sustituciones de médicos
en los centros de salud-, se pone de manifiesto de manera más diáfana y
transparente: la actual situación de explotación laboral de los médicos de
familia en España.
Y al igual
que cuando baja la marea, lo que queda al descubierto y se ve con mayor
nitidez, es: todo un complejo entramado o sistema parasitario montado en base a la
explotación del médico y el maltrato también del paciente:
Por
ejemplo se pueden ver Centros de salud, con 2 o 3 médicos -literalmente torturados- haciendo el trabajo de 6 o 9, y por ello atentiendo en consulta a más de 50, 70 o 120
pacientes, disponiendo de menos cinco minutos para atender a cada
uno de ellos. (generalmente se "usan" como suplentes: medicos de familia jovenes en paro o en formación).
Mientras tanto, el resto de personal sanitario y no sanitario, sí suele disponer de sus
respectivos suplentes y por ello haciendo el trabajo con su carga habitual, que en en el caso
de otros profesionales sanitarios, puede o suele ser: consultas de 4 o 5
pacientes por día.
De
forma expresiva y metafórica, se podría decir que los centros de salud son
en verano -más que nunca-: centros de tortura para médicos, y de ocio y relax
para el resto de personal sanitario y no sanitario;
O lo que es lo mismo: "Auswich" para médicos, y "Marina-dor" para el resto del personal laboral.
O lo que es lo mismo: "Auswich" para médicos, y "Marina-dor" para el resto del personal laboral.
Mientras tanto, continua en "paradero desconocido" y como siempre ausente: la responsabilidad en la gestión sanitaria, y se mantiene el Top-secret mediatico que rodea a esta gravísima realidad social.
Todo esto, ya lo describimos con mayor detalle y profundidad en esta otra entrada:
Todo lo que hay detrás y alrededor del acto médico y de la "barra-libre"
Entre tanto, y con la expectativa positiva que parecen significar los nuevos equipos directivos de la sanidad madrileña, cargados de buenas intenciones, confiamos en que puedan revertir esta grave y compleja situación cronica de nuestra sanidad.
No lo somos tanto con los supuestos representantes profesionales, incluidos dentro de dicho sistema parasitario, y que parecen mas entretenidos en conseguir algun centimo de euro mas en las extras o arañar algun nuevo moscoso para los fijos
No lo somos tanto con los supuestos representantes profesionales, incluidos dentro de dicho sistema parasitario, y que parecen mas entretenidos en conseguir algun centimo de euro mas en las extras o arañar algun nuevo moscoso para los fijos
Y es que al final, las grandes victimas son como siempre el medico y el enfermo (unos sin saberlo y otros sin quererlo saber)..,. y la sociedad entera, pues la degradación del acto médico conlleva una desvalorización de la dignidad humana y supone un retroceso social.
Parece que los
partidos políticos emergentes, sí se están tomando en serio la atención primaria
y puede que sea una de sus grandes bazas electorales.
Con todo los riesgos que esto supone, no deja de ser tambien una esperanza.