Se trata de una pregunta, deliberadamente provocativa, y la hacemos a
la vista de una realidad: más del 70 por ciento del pan que se
consume en Madrid (y una gran parte del que se consume en España) es pan ya
precongelado, precocido y prefermentado.
El resultado es un pan que se endurece como roca o metal, a las pocas horas,
con un sabor y una textura peculiar que hace que se deshaga en la boca como la arena
de la playa.
Y si además es sometido a nueva congelación y
recalentamiento, el resultado puede ser aun mas explosivo,
pues parece indistintamente plastelina o goma--2.
Eso si, es un pan que “da el pego” recién vendido, pues tiene buena
imagen y se puede servir como recién sacado del horno, tan solo hay que dorarlo
unos minutos y ya esta.
Cabe tambien la posibilidad de que el pan que se adquiera no sea precongelado sino pan industrial (menos del 30%,) pero en este caso el resultado no es mejor, pues lleva tantos complementos y suplementos panarios sustitutivos de la harina, que hacen de el, mas un producto de ingeniería alimentaría.
Tan solo en algunos núcleos rurales de España, es posible hoy en día, seguir
degustando el pan tradicional, hecho con los ingredientes de siempre:
harina, levadura, agua, tiempo, y el quinto y mas importante: el trabajo y espíritu
de sacrificio del ser humano entendido este, como servicio a los demás y como contribucion a la perfección de la naturaleza y honra
a su Creador.
Resulta paradójico que habiendo sido España, tradicionalmente, el granero de Europa (por las dos
Castillas, Andalucía, etc.), y seguramente el país con los mejores campos
y el mejor sol para el cultivo del trigo;
Sin embargo, en la actualidad -y no es broma- mas del 80 por ciento del trigo que se consume en España, es de origen ruso: un trigo que no conoce el sol sino de pasada o de referencias, y que tal vez todavía sigue perfumado con la suave brisa de Chernovil.
Sin embargo, en la actualidad -y no es broma- mas del 80 por ciento del trigo que se consume en España, es de origen ruso: un trigo que no conoce el sol sino de pasada o de referencias, y que tal vez todavía sigue perfumado con la suave brisa de Chernovil.
También extraña, que esto ocurra en el país con una mayor herencia de las tradiciones
greco-latina, árabe y judeocristiana, culturas forjadas alrededor del trigo, por ello se
habla de la civilización del trigo en contraposición con la del maíz de América
y todas sus culturas mayas y precolombinas.
Sin embargo es en todos los países latinoamericanos, y especialmente en México, donde hoy en día, se puede
degustar quizá el mejor pan del planeta: un pan exquisito, amasado
durante las horas necesarias, trabajado durante la noche y el día, que ha fermentado durante el tiempo -y "solo" con los ingredientes-, que la naturaleza requiere.
Siendo las panaderías autenticos templos gastronomicos o talleres artesanos, donde se funden en la masa, el trabajo creativo y fecundo del hombre con los frutos que ofrece la naturaleza.
Siendo las panaderías autenticos templos gastronomicos o talleres artesanos, donde se funden en la masa, el trabajo creativo y fecundo del hombre con los frutos que ofrece la naturaleza.
(Curiosamente casi todas las panaderías son regentadas por españoles que
emigraron a esos países, hace una o varias generaciones.)
¿Pero a que se debe esta nueva moda? ¿Porque, como y cuando se impuso?
Como todas los cambios que conllevan perdida de calidad o cualidad de vida, tal
vez sean signos de patologías sociales: y mas aun cuando se
trata de un alimento tan simbólico como "el pan nuestro de cada día".
En la respuesta quizas influyan muchos factores, como la desvalorización
del trabajo, entendido este como servicio social, espiritu de sacrificio y valoración de la obra bien hecha, transformado tan solo como un medio rapido de enriquecimiento personal.
(Parece que ya solo van quedando algunas especies sociales raras, como los médicos, etc, en los cuales prima en su trabajo: el espiritu de sacrificio y su vocación de servicio.)
(Parece que ya solo van quedando algunas especies sociales raras, como los médicos, etc, en los cuales prima en su trabajo: el espiritu de sacrificio y su vocación de servicio.)
Aunque tal vez se halle detras, una sociedad en crisis -no solo economica-, en la que hay una sobrevaloración de las apariencias mas que la realidad, la imagen mas que el contenido, la cualidad mas que la calidad, y la oscuridad mas que la Verdad.
Tal vez no sea ajeno a esta deriva social, otras corrientes como la denominada nueva cocina, forjada tan solo en base a las apariencias, el marketing y la manipulación extravagante de los alimentos.