destino: la dignidad humana.
Y estas palabras del maestro Don Gregorio, nos lo recuerdan:
“Si yo digo: “voy a sugestionar a este enfermo”,.
probablemente representaré ante su dolor una comedia un
tanto burda;
para mi temperamento, casi repugnante;
y útil tan solo si el enfermo posee una categoría espiritual
muy poco diferente de la de los salvajes.
Pero si yo tengo fe profunda en mis armas terapéuticas
y las aplico, lleno de entusiasmo, a mis pacientes,
esta fe y este
entusiasmo multiplicarán hasta límites inverosímiles
la eficacia bruta de mi jarabe y de mi inyección.
... Y esta fuerza, que creo que debe llamarse extra-científica,
depende, en último término, de una sola cosa:
del entusiasmo del médico, de su deseo ferviente de aliviar a sus semejantes;
en suma, del rigor y de la emoción con que sienta su deber".
El médico escéptico, por lo tanto, está casi inerme en la lucha contra la enfermedad.”
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“El médico escéptico sabrá curar la úlcera pura;
pero la esfera y la estratosfera de motivos nerviosos que la envuelve
solo será vulnerable al médico entusiasta;
y muchas veces, sin esta previa disipación de su atmósfera
imaginativa,
la úlcera no se curará jamás; ni siquiera si la extirpa el
cirujano.
He aquí por qué el entusiasmo influye tan poderosamente en el éxito profesional”.
Gregorio Marañón
Gracias Juan por esta nueva perla humanista, que cada vez son mas necesarias en nuestra profesión. No deja de sorprender la sabiduría inagotable de Gregorio Marañón, gracias por ofrecernosla.
ResponderEliminarGracias a ti Isa, por tus valiosos comentarios.
EliminarEstoy de acuerdo con lo que expresas. Parece claro que frente a una creciente robotizacion o despersonalizacion de la sociedad y de la Medicina en particular, cada vez se hace mas necesario el componente humanista o personalista.
Y parece que asi lo corroboran los propios estudiantes de Medicina que al parecer solicitan formación con asignaturas especificas
El entusiasmo mañaroniano es un ejemplo a seguir, amigo Juan, aun con las dificultades de mantener en nuestros días un ánimo entusiasta. Y su pérdida entraña debilidad, porque como también dijo el maestro Marañón «La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual».
ResponderEliminarUn día hice una pequeña reflexión sobre el entusiasmo, a la que le añadí algunos aforismos:
https://medymel.blogspot.com/2009/09/entusiasmo.html
Gracias por las reflexiones sobre el entusiasmo junto con la de personajes ilustres, incluida la de nuestro común y querido maestro Don Gregorio.
EliminarA este respecto, también nos dejó escrito esto tan estimulante:
“Hay que seguir trabajando, con el entusiasmo de los años juveniles y cada vez con mayor sentido de la responsabilidad”. “La vida debe ser así, acción hasta el fin”.
(Discurso ante sus compañeros de Medicina en las bodas de oro, 1959)
Y es que sobre la importancia del entusiasmo y como estimularlo o preservarlo: tal vez conociendo su valor y significado ya sea un primer paso.
Por lo demas, querido amigo Jose, no deja de sorprender gratamente, la cantidad y variedad de temas que tratas en tu blog así como la abundante información bibliográfica que se aporta, como diría el castizo ¡te lo curras a tope! Lo que sirve, al margen del tiempo, sin duda para dar luz a muchos compañeros o estudiosos con quienes compartimos el hablar y sentir hispano.