“Yo respeto la Medicina, porque la amo, y es el amor la fuente
suprema del culto, en lo humano como en lo divino.
Pero el amor es también, o debe ser también, crítica.
Solo cuando desmenuzamos en el objeto
amado cuanto tiene
de deleznable, acertamos a encontrar, allá en el fondo, lo que tiene de imperecedero.”
Gregorio Marañón
Analizar de forma crítica, aspectos de la profesión que uno ama, siempre resulta doloroso pero también es un compromiso moral, y en
este caso además: lo prometido es deuda.
Y es que observamos en la actualidad, el encumbramiento social de un determinado tipo
de médicos que denominamos "médicos estrella" y que consideramos,
como las estrellas de cine, más personajes
artificiosos que parecen buscar los focos para verse iluminados, pudiendo resultar vacuos.
Ello en contraposición con el médico sabio de siempre, que
huye de los focos si no es para dar luz, y su signo patognomónico es la
autenticidad y por ende la humildad. Y
que denominamos "médicos maestro".
El médico maestro arrastra una trayectoria vital de verdad,
trabajo, estudio y sacrificio, a menudo reflejado en obras forjadas con tesón, vocación y amor. Pueden ser catedráticos “de los de Verdad” o heroicos galenos anónimos.
El médico estrella por el contrario, arrastra una trayectoria
profesional exteriorizada, jalonada de jefaturas y títulos otorgados por instituciones públicas o privadas, sobre todo del mundo anglosajón, y cuyo meritajepuede ser difuso y arbitrario. En el caso de instituciones públicas puede ser por criterios políticos;
Y en las privadas, por
cualquier circunstancia que valore un consejo de administra-ción de empresa,
como por ejemplo poseer apellido frances, catalan o sefardi, si es un centro sanitario gestionado por empresas con tal titularidad o
influencia.
El médico maestro tiene discípulos y crea escuela, aun sin
saberlo / El médico estrella tiene colaboradores y crea agencias de
colocación.
- Unos, a la manipulación social lo llaman mentira o error, y la repudian / Y los otros: lo llaman "inteligencia social", y la asumen.
- Unos son maestros con discípulos / y los otros son jefes con
subordinados
- Unos construyen obras, piedra sobre piedra, con visión de eternidad / Otros oportunistamente asumen trabajos de sus colaboradores.
- Unos esparcen semillas que serán fruto, que a su vez volverán a ser simiente / Y otros, como los fuegos artificiales, emiten luces y sonidos que iluminan fugazmente los cielos pero solo dejan estelas de humo y vacío.
Es fácil ver a los "médicos estrella" brillar en los altares que les brindan los medios de comunicación y
las grandes corporaciones financieras, casi siempre pontificando sobre todo lo divino y humano, como: el secreto de la felicidad, la longevidad y hasta
del sumsum-corda.
Asímismo escriben -o les escriben- por encargo, best-seller de
autoayuda sobre cualquier tema que sea editorialmente rentable.
El médico maestro busca y se siente atraído por la luz de otros
maestros / El médico estrella repele la luz de cualquiera que le haga sombra.
Hemos de decir en su descargo, que el médico estrella a menudo
no lo es por voluntad propia, al menos inicialmente, pues tal vez se ve
arrastrado por la corriente de una sociedad vacua de valores y que necesita ídolos de barro.
Asimismo debemos reconocer a compañeros
que con su trabajo social honesto de divulgación médico-sanitaria, hacen una
labor ejemplar y es una prolongación de su vocación médica.
Al igual que quienes asumen hoy
en día, casi heroicamente, puestos de responsabilidad institucional, ejerciéndolos
con honor, compromiso y sentido de trascendencia, y a menudo con no pocas renuncias personales.
Gracias Juan por este nuevo artículo, de los que más me ha gustado, porque se expresa de manera sencilla y clara lo que muchas ya sabíamos y pensábamos.
ResponderEliminarSe lo recomiendo especialmente a las compañeras residentes, porque creo que puede ayudarlas a distinguir "el trigo de la paja", y no fijarse en falsas metas de triunfo profesional.
Gracias a ti Isa, por tu estimulante comentario, como siempre agrandado por la amistad.
EliminarEs un verdadero estimulo saber que pueda ser útil para los compañeros en formación, sobre todo para ayudarles a no caer o creer en los falsos ídolos profesionales que se nos presenta desde los medios de comunicación.
Cuando a menudo los verdaderos maestros, a los que pueden emular, los tienen a veces cerca en la Facultad o a su lado, como es el caso de los residentes que tienen la suerte de tenerte como maestra
Interesante tema. Aunque muchos sabemos de ejemplos de "m. estrella" y están perfectamente descritos en el articulo, pero habría que distinguir bien con quienes no lo son, como por ejemplo aquellos que hacen honestamente una labor sanitaria divulgativa teniendo repercusión pública, con todo su mérito.
ResponderEliminarGracias por el comentario y la aclaración. Por supuesto no nos referimos a ellos.
EliminarTodos sabemos que hay muchos compañeros que con su trabajo social honesto de divulgación médico-sanitaria hacen una labor ejemplar y es una prolongación de su vocación médica, y generalmente son médicos de familia.
Como también otros que asumen puestos de responsabilidades institucionales, asumiéndolas con honor, responsabilidad y a menudo con muchas renuncias y sinsabores.
Quizá uno de los signos distintivos de los medicos estrella, sea que no pocos, tienen publicados best-seller "crecepelos", por ejemplo sobre el secreto para no tener enfermedades, ni estrés,.. y ser felices.
O libelos plagiados sobre "la fórmula" impudicamente cruel, para dormir a los bebes sin molestar a sus padres.