Como todos los veranos en los
Centros de salud, se repite la misma historia: la del " El día de la marmota¨
de la famosa película ¨Atrapado en el tiempo¨.
Esto es: Consultas médicas masificadas, porque no se ponen suplentes.
No se ponen porque, cuando había
suplentes se decía que no había dinero y cuando hay dinero porque no hay
suplentes….
El resultado siempre es el mismo: consultas médicas masificadas
como consecuencia de que cada médico debe asumir el trabajo de otros dos o tres
compañeros ausentes. (Trabajo que dicho sea de paso, no es prácticamente remunerado)
El reparto de la película
en el escenario de los centros de salud, también siempre es el mismo: todo un ejército
de personajes vestidos con bata blanca,
compuesto por:
- 2 o 3 médicos que deben asumir el trabajo 6 o 7, con consultas médicas donde deben atender a más de 40, 50 o 60 pacientes, disponiendo para ello, de menos de 5 minutos para cada paciente (incluidos niños).
- 2 o 3 médicos que deben asumir el trabajo 6 o 7, con consultas médicas donde deben atender a más de 40, 50 o 60 pacientes, disponiendo para ello, de menos de 5 minutos para cada paciente (incluidos niños).
- 5
o 6 personajes de enfermería (para ellos si suele haber suplentes)
con consultas de poco más de 4, 5 o 6
pacientes por día, disponiendo teóricamente de casi una hora para
atender a cada paciente
- Otros
5 o 6 personajes también vestidos de blanco, que hacen el papel de administrativos, celadores, auxiliares de enfermería,
etc. cuya tarea principal parece ser: como pasar el tiempo, en el caso de
los administrativos su papel a veces parece no
diferir de una maquina automática expendedora de tiques.
En
definitiva, la película retrata todo un “sistema parasitario” montado en base a la explotación
del médico y el engaño al paciente (que ignora esta realidad), incluyendo a otros actores que no aparecen pero figuran asimismo en
el reparto: políticos varios, sindicalistas,
administrativos ¨de salón”, etc.
La película expone pues tres
realidades: 1- un "campo de concentración" para unos pocos: los que viven el día de la marmota y están atrapados en el tiempo 2- un centro de ocio y relax para
muchos, y 3- una ficción o fantasía
para los ¨espectadores¨, que asisten al espectáculo sin saber que lo es, ni de
que va la película.
Llama la atención asimismo -al igual que en la pelicula del día de la
marmota- como se repiten los mismos
actos por parte de los personajes atrapados por el tiempo; incluso en los más
veteranos, quejandose –quejandonos- amargamente por internet o en vivo, exponiendo incluso
los listados (siempre preservando el derecho a la intimidad del paciente) , apelando a la razón, a la ironía, etc. Y otros ya han perdido la capacidad de reacción. como los animales encerrados o los reos sometidos a largo cautiverio.
Y siempre volvemos a olvidar lo esencial: que detrás de todo esto, tan solo está el vacío o lo que es lo mismo: la
irresponsabilidad casi absoluta en
la gestión sanitaria.
Y
que, la solución –si es que aún es posible– como todo hecho ilegal o delictivo, en el que se violan derechos humanos y se crean situaciones que suponen un riesgo para la salud publica,
tan solo puede venir a través de los tribunales de Justicia.
Gracias por esta nueva entrada , el problema como dices es si todavia es posible una solución, porque que yo sepa ya no hay recambio generacional.
ResponderEliminarGracias Isabel, tal vez tengas razón, por desgracia la Medicina de familia esta muy tocada, especialmente para las nuevas generaciones, aunque no destruida. Y lo de importar medicos de otros paises, parece que no es la solución porque tienen la misma naturaleza, condición y dignidad humana.
EliminarDe acuerdo con casi todo lo que expones con fina ironia , asi como con el comentario anterior, pero la pregunta es: Quien acudiría a los tribunales de justicia si nuestros teoricos representantes forman parte del conglomerado parasitario?
ResponderEliminarGracias por el comentario, la respuesta judicial por parte de quien dices es dificil. Si no se ha producido durante estos decenios no es previsible que ahora si se produzca. Pero no es tan dificil una respuesta de un grupo de médicos, que esto si es previsible.
EliminarY no olvidemos las reducciones de jornada sin suplente, porque no interesa.Cuando acaban las reducciones por hijo empiezan las de cuidado de padres y también lo asume el resto de compañeros meses y meses.Cdo se encuentra un suplente al cabo de tres meses máximo se marcha y vuelta a empezar
ResponderEliminarGracias por tu aportación Maria Jose, asi es , parece ya costumbre que todas las sustituciones las asuma 'el equipo" osea los propios médicos ya sobresaturados y explotados Lo importante parece ser mantener el "chiringuito parasitario" y que no trascienda nada a los usuarios-votantes.
EliminarAunque no nos engañemos: este montaje parece claro que tiene los días contados, incluyendo para el amplio "sector parasitario". El montaje se puede caer como un castillo de naipes, en cuanto se quiten las pocas piezas que sirven para su sostén, pues a corto y medio plazo se jubilan una gran mayoría de médicos (los supervivientes). Y quien crea que se pueden sustituir por extranjeros especialmente compañeros hispanos, está equivocado pues estos soportan igual o peor la explotación, pues se sumaría en ella posiblemente el componente racista
ResponderEliminarAdemás es previsible que también se rompa pronto el silencio mediático que rodea a este tema, qué resulta –no olvidemos- sobre todo: un grave problema de salud pública
Agosto del 17 en un Centro de Salud, turno de mañana, pongamos que hablo de Madrid...
ResponderEliminarPediatra, 2 niños. Enfermera, 5 pacientes, médico, 35 pacientes.
No hay suplentes, dicen los directores/cortesanos, afines a otros directores. Los incompetentes, pueden ser extremadamente peligrosos. No hay suplentes, porque les pagan muy mal, con contratitos de lunes a viernes. Hacen bien en no trabajar, están mejor en el paro. Esto es consecuencia de lo podrido de la sanidad madrileña, el triunfo del amiguismo pringoso y patibulario, la proeza de los compinches. Aquí me quedo. Hoy he solicitado la jubilación. Otra vida más dulce me espera. Salud y hasta pronto, compañeros!
Querido compañero, siento y comprendo tu decisión, la misma que han tomado otros compañeros que asimismo decidieron prejubilarse, o los mas jovenes que decidieron huir al extranjero o cambiar y hacer una nueva especialidad.
EliminarLo comprendo porque tienes razón , incluso te quedas corto en las comparaciones.
En otros centros el reparto de trabajo es aun mas escandaloso: consultas medicas con mas 60 u 80 pacientes, enfermeria con poco mas de 4 o 6, y pediatria por el contrario hay centros donde asimismo tienen mas de 60 niños, disponiendo de menos de 5 minutos para atender a cada uno (que es el tiempo q se tarda en vestir y desvestir a un bebe)
Respecto a que no hay suplentes porque asimismo se les maltrata y mal paga , asi es , se les contrata de lunes a viernes para sustituir a un medico pero para hacer el trabajo de 3, sabiendo que viernes y lunes hay doble o triple trabajo, acumulado del fin de semana sin consultas.
Lo mas lacerante es que ese dinero "expropiado" o robado a los compañeros suplentes sirve para mantener a todo el "tinglao" parasitario, recordemos que su salario en la practica suele ser igual o inferior al de enfermeria.
Pero resulta doloroso porque supone las constatación de una derrota profesional y social
Aunque hay quienes dicen, no sin razon, que es mejor salir "de pie y por su propio pie", antes de que le saquen a uno con "los pies por delante". Otros muchos tambien creemos que parte de nuestra misión social, casi tan importante como la clínica, es cambiar esta realidad, como sea.
Y personalmentente creo, que con la ayuda de Dios, lo lograremos.
Debo aclarar que se habla de sistemas y no de personas.
ResponderEliminarTras muchos años de experiencia no me cabe duda de la calidad , calidez, profesionalidad y vocación de servicio de los compañeros de enfermeria, que creo en nada difiere de la de los medicos. Asi mismo de administrativos y resto de personal donde en numerosas ocasiones hemos encontrado literalmente humana y profesionalmente personas excepcionales.
Pero el sistema gestionado de manera irresponsable, ineficiente y perverso, es el que gestiona y distribuye el trabajo de forma injusta y no olvidemos: con el consiguiente riesgo para la salud pública.
Aplaudo tu valentía porque las cosas no distan mucho de como las describes... No obstante: tras analizar lo que le pasa a este colectivo nuestro durante años, creo que no hay solución: somos unos pringaos!
ResponderEliminarY de algun modo, y baste con mirar hacia el Prat, hacia los taxistas o hacia los depositos de estibadores: de algun modo nunca mereceremos lo que no estemos dispuestos a defender...
ResponderEliminarGracias amigo , respecto a lo que dices creo que no te falta razón en todo, aunque "con estos moldes" hemos de valernos para hacer algo. No nos queda otra.
ResponderEliminarEl dedo en la llaga... Consultas médicas masificadas, en las que el médico de familia, ahora más acalorado, lo tiene que hacer todo, absolutamente todo (y como ordenanza, a las órdenes de todos). Consultas en las que a menudo, y cada vez más, el agobio se torna insoportable.
ResponderEliminarPero no resuena la queja de los sufridores, o se diluye en las mayoritarias tragaderas. “¡Es lo que hay!”, repite la voz de la resignación. Los veteranos se agotan y los jóvenes aguantan lo que les echen, cautivos de un sistema desmotivador y castrante.
Y mientras los galenos se agotan, trabajando a contrarreloj, se continúa vendiendo desde las poltronas el triunfalista “todo va bien”. De modo que los rientes político-gestores no ven justificación para dignificar en lo más mínimo la actividad laboral de sus profesionales más cualificados.
Todo seguirá igual, nos tememos, sino a peor. Y a ante este penoso panorama sanitario hispano (en el que además cada uno de los diecisiete servicios de salud va por libre), que perjudica sobre todo a los pacientes, los “modernos” médicos de cabecera tienen dos liberadoras salidas: la jubilación o la emigración.
Gracias querido amigo Jose Manuel, lamentablemente , como bien dices, es lo que hay, y es una desgracia para nosotros y tambien para los otros sufridores anonimos: los pacientes.
ResponderEliminarAcabo de regresar de tu tierra y una vez mas he podido comprobar y disfrutar de la calidad humana del pueblo gallego en particular e hispano en general. Asi como de la belleza de sus paisajes y la fuerza inquebrantable y divina de la naturaleza, para regenerarse dia a dia.
Tal vez eso mismo es un ejemplo tambien para nosotros.
Tampoco ellos, los pacientes -aunque lo desconozcan- se merecen un sistema sanitario injusto, ilusorio, y abocado a su desaparicion en el nivel de atencion primaria, pero sobre todo que pone en riesgo la salud publica.