sábado, 9 de abril de 2016

La esperanza es lo último que se pierde





Gregorio Marañon

Cuando la realidad política de un país, aparece colapsada  y sin expectativas positivas de regeneración moral. 
Cuando la realidad profesional de un colectivo esta eclipsada por una gestión crónicamente  huérfana de responsabilidad:
 Recurrimos a uno de los grandes "dones" del ser humano: que es  la esperanza, con su poder terapéutico,  estimulante para la acción y por ello su potencialidad para cambiar la realidad.

Y nada mejor que recurrir a los grandes maestros que vivieron las mismas o peores circunstancias. 

Y es que leyendo estas palabras de nuestro maestro  Gregorio Marañón no podemos dejar de cuestionarnos  :  “La esperanza es el primer fruto de la  generosidad, ¿o es tal vez la semilla?

“Acaso por ser médico, por haber visto a  miles y miles de españoles en la profunda autenticidad que da el sufrir, tengo de la humanidad ibérica una idea mucho más alta y entrañable que la que nos enseña el artificio de la vida social y la espuma  de ese artificio que recogen las crónicas.
En este conocimiento fundo mi inquebrantable optimismo en el porvenir de España”.
 De su discurso de recepción a la Academia de la Historia. Madrid,1 936.

“Un bien y un mal, que no siempre coinciden con la pauta marcada por Dios, sino con artificios políticos que en cada época se traman para hacer pasar por bueno lo condenable y sentenciar como pésimo lo que aprobaría, quizá, el tribunal de Dios.
Tal la razón de estado, que aun gobierna el mundo, y que no es otra cosa que un trampolín inventado por los hombres para saltar por encima el catecismo”.  
Discurso en Real Academia de la Lengua,1949.

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