lunes, 8 de diciembre de 2014

Madurez, vejez y juventud: signos diferenciales



 Para enfocar este aspecto singular de la naturaleza humana, nada mejor que iluminarnos con la luz de los grandes maestros, en este caso -como casi siempre- con la de nuestro "humanista de cabecera" Gregorio Marañón.

Asumiendo que todas las etapas del ser humano -todas- están dotadas de la misma dignidad, y reconociendo que la vida, siempre es un proyecto a terminar, tanto más apasionante cuanto mayor desafía al destino. 
Pero la firmeza de la pisada o el tamaño de la zancada no puede hacernos olvidar nunca: que la vida, en cualquier momento o circunstancia, -siempre, siempre- es un Don.

Aqui exponemos alguna de sus ráfagas de luz:

 “La madurez no la dan los años, como suele decirse, sino el hallazgo de sí mismo, que puede ocurrir en una edad cualquiera, si bien supone un cierto cansancio, una necesidad de andar sin prisa; y eso en esto, en los hombres sanos, no sucede sino después de que se ha templado el ímpetu juvenil.
La prisa nos ata al accidente externo. La pausa permite que nos asomemos al espejo de la meditación, creadora de nosotros mismos; nos abre su palacio encantado;  y la soledad es siempre estación en el camino de vuelta.”
Del prólogo a La naranja de E. Larreta.1948

El secreto (de ser viejo) no es disfrazarse de joven, sino conservar la curiosidad por la vida (...). Nada da la medida de la verdadera edad del hombre como su curiosidad.
I Congreso Nacional de Geriatría, Barcelona 1950.
 
“El hombre que aspira a diferenciarse por sus sombreros o por sus corbatas, lucha, sin saberlo, por compensar una invencible indiferenciación de su personalidad”.
Del libro Ensayos liberales

"El deber primario de la niñez es la obediencia; el de la juventud, la rebeldía; el de la madurez, la austeridad; y el de la ancianidad, la adaptación"

"Si hay algo falto de límites y de uniformidad esencial en una sociedad es la juventud.
Se es joven mientras el ímpetu personal se sobrepone a las normas generales, mientras la energía nativa es más pujante que los frenos y las sordinas que después va poniendo en nuestra actividad la conveniencia”., 
“Toda la vida seremos lo que seamos capaces de ser desde jóvenes”.
Obras completas.

"La juventud vuelve los ojos a la cultura antigua y universal; no la del simple saber cosas pretéritas para almacenarlas en fichas, que ello es fría erudición, sino la de sentir lo que nos rodea con un criterio de eternidad.
Con la seguridad de que todo el progreso se apoya en postulados de comprensión, de generosidad, de tolerancia, que son y serán siempre los mismos; y esto es Humanismo".
Del prólogo a Historia de la tuberculosis. 

GREGORIO MARAÑON

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