* (El error más común o el truco, dependiendo de la intencionalidad)
“Todas las lacras
de nuestra Medicina pueden reunirse en las dos grandes manifestaciones del
dogmatismo: una, práctica, el profesionalismo, y otra, teórica, el
cientificismo.
Consiste el
profesionalismo en el intento, deliberado o no, de convertir en lucrativa, en
fuente de riqueza una profesión que, aunque legítimamente remunerada, debe
siempre tener sobre su escudo el penacho del altruismo.
Por cientificismo
se entiende, en el caso mejor, la fe excesiva en todo lo que viene de la
ciencia; y, en el caso peor, se llama así al manejo intencionado de todo lo que
no lo es, para pasar por hombre de ciencia y aprovechar indebidamente la
prerrogativa que este título supone ante la gente vulgar”.
Gregorio Marañón
Comentamos este artículo del libro: "Humanismo médico en la práctica, a la luz de Marañón", para tratar de no ver de manera acrítica o como si fuera dogma de fe, cualquier “estudio reciente publicado en una revista en ingles”.
Y es que consideramos en sintesis, que el error más común de estos estudios publicados, es basicamente haber pasado de ser un medio para conocer la verdad científica, a ser un fin en sí mismos, de promoción personal o comercial.
Se trata de lo que el maestro Marañón definía como "cientificismo" o
la medicina dogmática.
Respecto a la promoción personal o profesional: lo
cierto es que hoy en día, casi han desaparecido las pruebas objetivas de valoración de conocimientos, como las oposiciones, etc; Y ahora se establecen más, en base al
número de "trabajos publicados", pudiéndose obtener con ellos: contratos laborales, cátedras, jefaturas, etc.
Es la razón por la que también se ha creado un “mercado negro” de autorías: “tu me pones en el tuyo y yo te pongo en el mío”, y por la que en algunos “estudios” figuran más de 30 autores. Incluso se ha descubierto (en otras disciplinas) quienes poseían más autorías que días del mes.
Pongamos un ejemplo que puede parecer chusco pero resulta muy clari-ficador, visto en un programa de televisión:
Se anuncia un nuevo tratamiento de
hemorroides basado en su propio estudio publicado en una revista "en ingles", y en el que se muestra el "descubrimiento" del
verdadero origen de las hemorroides, que no es otro que un estrechamiento de
una vena anterior al plexo hemorroidal, y
como prueba se muestra una imagen ecográfica del perímetro interior de la vena
estenosada comparándola con otra normal.
En base a este “descubrimiento” se propone
como medida definitiva: poner un stent mediante cateterismo a
nivel de esa estenosis, y “problema arreglado”.
Este tratamiento "innovador", se anuncia que ya va a ir a “los
estadosunidos” pero pueden “ayudar” a cualquiera que se pase por la
clínica, privada por supuesto.
Ni que decir tiene, que se obvia que la etiología
de las hemorroides es multifactorial: sedentarismo, obesidad, hábitos
personales como tabaquismo, medicación concomitante, embarazo, etc.
Si este ejemplo lo trasladamos a la industria
farmacéutica, la conclusión seria la misma.
Basta mirar algunos estudios sobre la eficacia
de nuevos fármacos de base sintomática o patogénica y no etiológica, contra la
obesidad, migrañas, etc.
Y es que parece razonable desde el punto de vista comercial, que resulta más rentable comercializar productos de uso continuado (patogénicos) que no, esporádicos (etiológicos).
A este respecto, es recomendable la lectura del libro de Joan-Ramon Laporte catedrático de Farmacología: "Crónica de una sociedad intoxicada ".
O resumido, en esta entrevista: "Las pruebas para ver si un antidepresivo funciona son de chiste, se manipulan. Curar no es negocio".