Es curioso, pero estamos tal vez en el único país del mundo, en el que el médico de A. Primaria o de cabecera, además de cumplir su labor clínica en la consulta, en un tiempo infrahumano: unos 5 minutos por paciente (atendiendo a menudo a mas de 50 de forma continuada) , debe realizar en el mismo tiempo también labores extramedicas (o funciones políticas), fuera de las consultas, como lo es el control de las salas de espera.
Lo mas grave es que , salvo excepciones, este hecho que tanto influye en la actual degradacion del acto medico pasa desapercibido y apenas ha sido denunciado o reivindicado, desde nuestros colectivos, enfrascados a menudo en guerras fratricidas por ver quien rellena menos papeles.
Tal vez por haber perdido la capacidad de reacción al estar ya habituados al sometimiento y a la sumisión del poder político.
Y es que, no nos engañemos, para poder salvar la cara de un sistema sanitario insostenible desde la realidad y desde la justicia, nada mejor que poner la cara de los médicos mas facilmente manipùlables y explotables: los de Atención primaria.
El resultado es evidente:
1- Las mas altas cotas de degradacion del acto medico en atención primaria , desde la optica universal.
2- Mas de 400 agresiones a medicos al año, "denunciadas", (algo insólito en un país de tradición grecolatina en el que la figura del Galeno esta enraizado en su civilización ) ,
y 3- La total destrucción de la especialidad de medico de familia.
Para los políticos es lo ideal electoralmente: mostrar y demostrar su poder " descabalgando al medico" y hacer ver a los votantes que gracias a su voto pueden asegurarles la salud y la seguridad en sus vidas.
Para describir de la forma mas nitida y transparente esta aberrante situacion, y esta realidad que viven miles de medicos diariamente en España nada mejor que este post del blog EL PARTE DE CONFIRMACIÓN :
Hace poco estuve pasando consulta en un despacho en el que se agradecía la presencia de un sistema de megafonía con el que ir llamando a la sucesión de enfermos que, como en todas partes, pasarían a deshojar sus problemas por un espacio de tiempo que, según previsión de los organizadores, no debería exceder de los 5 minutos.
Y digo que lo agradecí porque nunca llevé bien, y cada día llevo peor, el tener que asomarme a la sala de espera para listar a los pacientes. Cada salida supone la pérdida de un tiempo que resulta demasiado valioso en el contexto de la dinámica que ya expuse, y una ocasión para las caras largas...
1 . "¿Cuando me va a llamar a mí? -te dice un paisano más dinámico y fresco que una merluza del pincho- es que vengo de urgencia, ¿sabe Ud.?." (Tras interesarte por el motivo de su visita sueles responder que lo suyo no es venir de Urgencia, que por Urgencia se entiende otra cosa y que lo que él hace es venir sin cita, por lo que debe sentarse a esperar a que le llamen).
2 . "¿Me ha llamado ya a mi?" (Este caso requiere de toda una conversación y no menos de varios minutos de dedicación. Has de preguntar su nombre, mirar en una lista de 50 o 60 personas para ubicarle, y finalmente explicarle su situación respecto del avance de la consulta).
3 . "¡Pero bueno!... ¿Como es posible que llamase a todas esas personas y a mi aún no?... ¡Pero si estoy citado antes que ellos!" (Las más de las veces en que te plantean esto el paciente tiene razón, está citado antes que los demás, pero ¡otro día!... ¡no ha mirado bien la fecha!). (Otras veces llegó tarde y cuando lo llamaste no estaba, con demasiada frecuencia el paciente se empeñará en afirmar que él llegó a su hora, a pesar de que lo llamases en dos ocasiones distintas y marcases un "AUSENTE" junto a su nombre)
4 . "A ver si me puede Ud. pasar antes, que hoy tengo un poco de prisa...". (Aquí ya no sabes qué decir...)
5 . "Estaba citado hace un rato, pero no he podido evitar llegar tarde... ¿Cuando paso?...". (¡A esperar un hueco!)
6 . "¡Yo solo vengo por una receta!...". (Como en la cola del super)...
Esta media docena de situaciones, que parecen las más comunes, pero también muchas otras, hacen que el salir a citar a los pacientes a la sala de espera sea algo que me gustaría poder evitar, por lo que reivindicaría un sistema de megafonía para cada consulta. El de la foto, por cierto y por su nombre, parece un precursor del Iphone de Apple; me permití ampliar la marca en un recuadro superpuesto, para facilitar su lectura...