Personas ejemplares: el poder de la palabra

Las circunstancias que vivimos los médicos, especialmente los de cabecera, son singulares: el hecho de compartir día a día y de cerca, el sufrimiento humano, tal vez nos permita una visión mas amplia de la realidad , tanto en forma "de macro como de gran angular".

 Es esta circunstancia la que según Marañón, nos empujaría a muchos medicos a la escritura, el arte, etc, como forma de sublimación o evasión. 

Y no pocas veces nos llevamos la grata sorpresa de comprobar que nuestras palabras calan en el corazón y la biografia de personas que las leen, al igual que calaron en nosotros las de otros que en su dia nos guiaron.

Todo esto viene a cuento de una anecdota reciente;  la de una paciente a quien no conocia y tras atenderla me dijo: "Dr. le doy las gracias porque leí un artículo suyo en la revista municipal, que me cambió la vida:  me senti identificada y dió un sentido a mi situación personal";   Su realidad era que atendía a su madre con Alzehimer, a su padre tambien limitado y a un hijo con dificultades especiales.

No recordaba el articulo pero buscando lo encontré y es este:

"Personas ejemplares"

Cuando hablamos de personas ejemplares casi siempre pensamos en el pasado o en quienes consiguen hazañas o record deportivos, culturales, etc. que trascienden.

Serian pues, aquellas que logran con su voluntad, sacrifico y generosidad, afrontar o superar situaciones difíciles o limites, y con ello ensanchar las fronteras de la naturaleza humana, o como dijo  Bob Dylan “consiguen detener el tiempo” . Son pues, un estimulo para todos. 
Pero a menudo nos olvidamos que también hay personas -si cabe mas ejemplares- muy cerca de nosotros: en nuestras calles o pueblos, que luchan heroicamente contra las limitaciones humanas.

Y mirando de cerca, podemos y debemos reconocer que hay muchas  personas de gran calidad y calidez humana, y por ello  ejemplares, en nuestro entorno: empezando por quienes “nadando contracorriente”  luchan y superan de manera sobrehumana graves limitaciones de salud. 
Así como también sus familias: hijos que cuidan a sus padres ancianos con abnegación, revalorizando con ello la Dignidad humana. Esposas, maridos o padres que lo dan todo por sus hijos, superando a menudo situaciones humanas extremas. 
Personal de servicios sociales que atienden más allá de su deber, a ancianos, niños, incapacitados, etc. España siempre fue un buen caladero de este tipo de personas.
O muchos inmigrantes que dotados de gran dosis de generosidad y esperanza, se integran y nos enriquecen con su trabajo y su espíritu de sacrificio. 

Pero detrás de todas estas personas singulares, casi siempre suele hallarse en su raíz más profunda: la familia, a través de cualquiera de sus miembros, lo que forja personalidades con energía suplementaria para sostener y empujar “el carro” de la vida, al margen de las circunstancias. Más aun, cuando se acompaña con el don de la Fe, que lo da un verdadero sentido trascendente.
Así pues, las personas ejemplares nos enseñan por mimetismo, la gran lección de la vida: que el amor en todas sus manifestaciones, puede vencer las limitaciones humanas y procurar, en la medida de lo posible, una vida plena, fecunda y feliz.

A este respecto, el  Dr. Marañón nos dejó estas palabras: 

“Y acaso el marido un día vuelve a casa enfermo y tiene que pasar largo tiempo inmóvil y doliente .. Entonces la mujer se transforma en un ser sobrenatural.
 Los remedios más poderosos, las maniobras sabias de los médicos no pueden compararse en eficacia con la simple presencia, tácita, fresca, lenitiva, de la mujer".

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