Gregorio Marañon |
Cuando la realidad política de un país, aparece colapsada y sin expectativas positivas de regeneración moral.
Cuando la realidad profesional de un colectivo esta eclipsada por una gestión crónicamente huérfana de responsabilidad:
Recurrimos a uno de los grandes "dones" del ser humano: que es la esperanza, con su poder terapéutico, estimulante para la acción y por ello su potencialidad para cambiar la realidad.
Y nada mejor que recurrir a los grandes maestros que vivieron las mismas o peores circunstancias.
Y es que leyendo estas palabras de nuestro maestro Gregorio Marañón no podemos dejar de cuestionarnos : “La esperanza es el primer fruto de la generosidad, ¿o es tal vez la semilla?
“Acaso por ser médico, por haber visto a miles y miles de españoles en la profunda autenticidad
que da el sufrir, tengo de la humanidad ibérica una idea mucho más alta y entrañable
que la que nos enseña el artificio de la vida social y la espuma de ese artificio que recogen las crónicas.
En este
conocimiento fundo mi inquebrantable optimismo en el porvenir de España”.
De su
discurso de recepción a la Academia de la Historia. Madrid,1 936.
“Un bien y un mal, que no siempre coinciden con la pauta marcada
por Dios, sino con artificios políticos que en cada época se traman para hacer pasar
por bueno lo condenable y sentenciar como pésimo lo que aprobaría, quizá, el tribunal
de Dios.
Tal la razón de estado, que aun gobierna el mundo, y que no es otra cosa
que un trampolín inventado por los hombres para saltar por encima el catecismo”.
Discurso en Real Academia de la Lengua,1949.
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