sábado, 18 de junio de 2022

Vía de transmisión aérea: la gran olvidada en Medicina laboral y preventiva

 

 

Tratamos de expresar que la vía de transmisión aérea no es considerada aún, desde el punto de vista laboral y preventivo, con la importancia real que tiene respecto a otras vías como la oral o parenteral ; Y la reciente pandemia tal vez ha brindado la oportunidad de redescubrirla y revalorizarla.

Resulta interesante observar una de las grandes `revoluciones´ o cambio de hábitos sociales que se ha producido con motivo de la reciente pandemia: y ha sido el `enfoque´ de la Medicina y más en concreto en su vertiente preventiva, sobre la vía aérea como puerta principal de entrada y transmisión de agentes patógenos.

Las mascarillas, las distancias interpersonales, aireación de  espacios cerrados, geles hidroalcoholicos, etc, son algunas  de las medidas que se han utilizado para preservar o proteger esa revalorizada vía de entrada.

 Pero cuando hablamos de vía aérea, no nos referimos solo a las vías respiratorias por inhalación, sino también a otras como la transdermica o a través de la piel, cual serían por radiaciones ionizantes y electromagnéticas.

Sin embargo debemos admitir que esta vía de entrada respiratoria, nunca dejó de ser la principal, de hecho cuando los médicos de familia hacíamos registros de patologías semanales siempre eran estas enfermedades respiratorias las mas numerosas, si bien solían ser de naturaleza leve y evolución limitada.

Es verdad - como diria aquel- que en los dos últimos siglos se ha llegado a un control casi absoluto de otras vias de transmisión potencialmente patogénicas: como  la vía oral o digestiva, con legislaciones sanitarias internacionales estrictas y eficientes, referidas a la preparación y conservación de alimentos incluso con una desmesurada política de caducidad, todo ello hace que sean casi anecdóticas, hoy en día, las intoxicaciones alimentarias graves.

Sin embargo siempre nos pareció la vía aérea como la `cenicienta´ de esta política sanitaria preventiva, a excepción  de enfermedades como la silicosis o asbestosis que afectaban a los mineros, y que sí se han tenido en consideración.

Por ello observamos con estupor e impotencia algunos trabajos donde nos  parece que  literalmente se autointoxican sin saberlo, los trabajadores y no se puede hacer nada legalmente: es el caso de quienes trabajan en talleres de coches situados en sótanos de aparcamientos abarrotados de vehiculos y casi sin ventilación, obreros que respiran todo el polvo de las obras sin protección respiratoria ¨excepto el casco¨, de igual modo agricultores  o jardineros que fumigan con plaguicidas y demas productos fitosanitarios, pintores, panaderos, cocineros, limpiadoras, y un largo etc.; 

Personas que trabajan en edificios o locales, donde el aire condicionado o la calefación, se ponen en funcionamiento sin orear o limpiar antes los conductos de aire tras meses inactivos, generando enfermedades respiratorias colectivas, etc.

 La protección de la vía aérea parece no existir en una gran variedad de trabajos, tal vez porque no conllevan consecuencias patologicas inmediatas graves, pero sin embargo para el `ojo avizor´ o vulgarmente llamado `ojo clinico´ de los médicos de cabecera, siempre nos llamó la atención: cuando encontramos pacientes que padecen EPOC u otras patologias graves, sin haber sido fumadores y sin aparente causa directa* ; Pero profundizando en la anamnesis, descubrimos que muchos de ellos tuvieron trabajos de riesgo sin protección como: albañiles, carpinteros, canteros, pintores, barrenderos, limpiadoras, etc.

*(Todo ello sin obviar otra causa, a nuestro juicio condicionante, cual serian las neumonias o neumonitis de repetición por aspiración, tan frecuentes en pacientes crónicos con sedentarismo y obesidad: por hernia de hiato y reflujo gastroesofagico)

 

Y es que por ejemplo, las partículas que hay en el polvo de una obra, especialmente las de menos 10 µm contienen sílice y otros agentes tóxicos que ejercerian un efecto similar al carbón en la silicosis o amianto en la asbestosis: con fibrosis intersticial pulmonar, granulomatosis, EPOC y posiblemente cáncer.

Por no hablar de inhalacion de gases disolventes o toxicos en multiples trabajos, por ejemplo las limpiadoras: con el uso de  productos quimicos cada vez mas corrosivos o con metales pesados, potencialmente muy toxicos por via inhalada o topica.

No hay que olvidar que la expulsión de lo inhalado por via respiratoria resulta mucho mas dificultoso -y a menudo imposible- que lo ingerido por via digestiva, que se hace de forma fisiologica y natural.

La gran tarea por cumplir para la Medicina laboral y preventiva así como para las Legislaciones sanitarias, tal vez sea enfocarse más en esta vía de transmisión aérea como puerta principal de entrada de agentes patógenos, tanto a nivel de las vías respiratorias como transdermica, ya sean estos agentes: infecciosos, tóxicos o radiaciones ionizantes y electromagnéticas.


 “Mas lo que suelen olvidar los médicos es que el progreso de su ciencia no depende solo de la difícil experimentación, sino también de la simple observación del enfermo, cuando se hace no como una rutina, sino con espíritu científico”.

 

“El médico debe ser antes que experimentador, naturalista; para serlo, le basta ver  con ojos de investigador lo que la naturaleza en forma de dolor le presenta”.

                                     

                                         *Gregorio Marañón

 

sábado, 11 de junio de 2022

Las "misas blancas" para sanitarios, llegan a España: Domingo 12 junio: Para renovar el Juramento hipocratico, objeción de conciencia, ..

 

En estos tiempos de crisis de valores, de oscuridad y confusión, iniciativas como esta son -dicho sin complejos- un soplo de esperanza, de aire fresco y convicción en el valor eterno y universal de la Dignidad humana asi como de confianza en nuestra sagrada profesión.

Las "misas blancas" para sanitarios llegan a España: para renovar el Juramento hipocratico, objeción de conciencia, etc.  En las principales ciudades de España. 

Aqui toda la informacion: Las misas blancas llegan a España este domingo: si eres sanitario, no te las puedes perder

Misas blancas en España: lugares y horarios

BARCELONA: el domingo 12 junio, a las 10h, en la Parroquia de la Mare de Déu de Betlem, Carrer d'en Carme, 2. Presidirá el obispo auxiliar Javier Vilanova.

ALICANTE: el domingo 12 de junio, a las 18h, en la Santa Iglesia Catedral de San Nicolás, Alicante. Presidirá el obispo José Ignacio Munilla (y explica por qué en este vídeo).

BURGOS: el martes 14 de junio, a las 20h, en la Iglesia Convento de las Trinitarias, C/ Santa Teresa, Burgos.

CASTELLÓN: domingo 12 de junio a las 19:00, en la Parroquia de la Sagrada Familia, Ronda de la Magdalena, 41, 12004 Castellón de la Plana.

SAN SEBASTIÁN: domingo 19 de junio, a las 18h., en la catedral del Buen Pastor, en San Sebastián.

PUERTO DE SANTA MARÍA: domingo 12 de junio, a las 20h., en Nuestra Señora de los Milagros (La Prioral), en El Puerto de Santa María (Cádiz).

GRANADA: domingo 12 de junio, a las 19.30, en San Ildefonso, Granada.

MADRID: domingo 12 de junio, a las 19.00, en la Parroquia del Santísimo Cristo de la Victoria, Calle Blasco de Garay, 33 Madrid.

MURCIA: domingo 12 de junio, a las 19.00h, en la parroquia de San Pablo, Murcia.

OVIEDO: domingo 12 de junio, a las 19.30, en la Parroquia de los Santos Apóstoles, Oviedo.

TOLEDO: domingo 12 de junio, a las 12h, en el Hospital de Parapléjicos.

VALLADOLID: domingo 12 de junio, a las 12.30h, en la Iglesia de San Lorenzo, C/Pedro Niño en Valladolid.


 

 

domingo, 22 de mayo de 2022

¿Por qué ya no hay genios?

Desde hace tiempo nos preguntamos: ¿Por qué no parecen existir ya, genios o referentes intelectuales y morales en nuestro tiempo?

Por ejemplo si quisiéramos solicitar un prólogo para un libro, nos encontraríamos con que han desaparecido las autoridades intelectuales de antaño,  y esto ha pasado en un soplo de poco mas de una decada. Lo más que podríamos encontrar hoy, seria  "espuma social": personajes mediáticos televisivos, igual de vacuos que livianos en el tiempo.

En este articulo de Juan Manuel de Prada, se nos da una respuesta y se disecciona  en profundidad y con insólita transparencia este tema; Y es que es posible que los genios de hoy, sean tan desconocidos o no reconocidos, como él mismo.

 

¿Dónde están los genios?

Juan Manuel de Prada    
XL Semanal Sábado, 21 de Mayo de 2022, 1:20

Advertíamos hace unas semanas contra esa creencia mentecata que pretende que hoy somos más inteligentes que nuestros antepasados de hace cien o mil años; aunque, desde luego, incurriríamos en una mentecatez semejante si concluyéramos que somos menos inteligentes. Sin embargo, no logramos sacudirnos la penosa impresión de que nuestra época no brinda genios comparables a los que brindaron épocas pretéritas; una impresión que se vuelve especialmente incómoda si reparamos en ámbitos en los que antaño florecían las figuras geniales de forma más ‘ostentosa’, con un brillo más llamativo (pensemos, por ejemplo, en el ámbito político, pero también en el de las artes). 

Puesto que no es verosímil una ‘pérdida de inteligencia’, hemos de concluir que hemos perdido por el camino otras cosas que actúan como fermento de la inteligencia; y hace unas semanas señalábamos, por ejemplo, el empobrecimiento del lenguaje, que inevitablemente dificulta la expresión de pensamientos complejos.

Pero esta explicación, aunque válida, es demasiado limitada y ‘materialista’. Leyendo la magnífica antología de Concepción Arenal que en un anterior artículo me atreví a recomendar encarecidamente –La pasión por el bien, con edición de Anna Caballé–, me tropiezo con una reflexión preclara. Observa Arenal que el hombre (ella siempre utiliza esta palabra para referirse a la especie humana) se compone de elementos físicos, intelectuales y morales: los dos primeros los recibe al nacer con una desigualdad que no está en su mano evitar; los elementos morales, en cambio, son obra suya. Es decir, todo ser humano nace con idéntica capacidad de discernimiento moral (salvo que tenga una grave tara), con idéntica libertad para elegir el bien o el mal. De modo que podríamos decir que las diferencias en la esfera moral son obra humana, fruto de nuestras elecciones, a diferencia de las diferencias intelectuales, que son obra de la naturaleza.

Para ser geniales, los hombres eminentes deben desprenderse del espíritu de su tiempo, y, al hacerlo, la mayoría de sus contemporáneos no los pueden percibir como genios

Resulta evidente –prosigue Arenal– que para ser un ‘genio’ no basta con unas facultades intelectuales superiores; hace falta cultivarlas, pues de lo contrario terminan atrofiándose. Pero la pensadora ferrolana no cree que ese ‘cultivo’ de las facultades intelectuales se logre únicamente mediante el estudio, la lectura o cualesquiera otras actividades de índole intelectual. Cree que los hombres verdaderamente grandes son hombres morales; y, por lo tanto, que los hombres eminentes que se entregan a la vanidad, a la codicia, al amor propio exagerado, no pueden ser propiamente geniales, porque esos vicios o lacras morales limitan su horizonte, les obligan a ofrecer puntos de vista mezquinos, les impiden elevarse a las grandes alturas «desde donde solamente se descubre la verdad». 

Y añade todavía algo más: aparte de su incapacidad para alcanzar la verdad de las cosas, el hombre eminente pero inmoral carece de amor suficiente para ir en su búsqueda, carece de los impulsos nobles que le permitan ascender, sobreponiéndose a sus propósitos mezquinos o sectarios. Sin esta energía o inspiración moral, a juicio de Concepción Arenal, se puede ser un virtuoso de cualquier arte o disciplina; pero «nada grande se crea, se comprende ni se adivina». De ahí que haya muchos hombres que, aun naciendo con facultades eminentes, nunca llegan a ser grandes; y otros que, teniendo menos dotes naturales, pueden elevarse más que ellos, si son profundamente morales.

Nada más natural, pues, que una época inmoral como la nuestra apenas pueda brindar genios. Pues los hombres eminentes, para poder ser geniales, tienen que desprenderse del espíritu de su tiempo; y, al desprenderse, la mayoría de sus contemporáneos no los pueden percibir como genios, sino en el mejor de los casos como ermitaños díscolos, cuando no como elementos peligrosos e indeseables. 

Porque, además, allá donde el discernimiento moral se oscurece, acaba ocurriendo un fenómeno sobrecogedor que también señala Concepción Arenal de forma clarividente: «Observando bien –escribe–, llegamos a convencernos de que los grandes males son aquellos que se hacen ignorando lo que son, que se consuman con tranquilidad de conciencia y que, en vez de vituperio, reciben aplauso de la opinión pública. Por cualquier página que abramos el libro de la Historia, vemos que los pueblos sufren principalmente, no por los ataques de los malhechores, que las leyes condenan y la opinión anatemiza, sino por aquellos […] que destrozan el cuerpo social con la tranquilidad de la conciencia y beneplácito de la comunidad». Hay épocas que, en lugar de genios, brindan monstruos que, sin embargo, son percibidos por las masas cretinizadas tanto más geniales cuanto más inmorales son.

XL Semanal