Todos los días 28 de diciembre -día de los santos inocentes- se conmemora por la Dignidad de los niños no nacidos y se recuerda el genocidio silente del aborto, una de las mayores -catástrofes no naturales y naturales- en la historia de la humanidad.
Y una vez más, aprovechamos para recordar el eterno y universal Juramento Hipocrático*, pues ya entonces: hace más de dos mil años, ahora y siempre, ha existido la tentación eugenesica y pura animalidad de eliminar a los más débiles e "inservibles":
En realidad la civilización y el progreso humano no es mas que una lucha constante contra el instinto antropoide que anida en el ser humano.
* Artículo del J. Hipocratico: - No dar medicina prohibida ni a quien me la solicitare; no inducir a otros para hacerlo ni ayudar a mujer alguna, bajo ninguna condición, a practicar el aborto. Llevar mi vida con pureza y honestidad, practicando de igual manera mi arte.
Mucho se ha escrito y analizado sobre este tema, y somos conscientes
que las palabras y la razón carecen de valor y son incapaces de horadar el corazón impermeabilizado y endurecido de quienes han
sido abducidos por el clima politico-social imperante hoy en dia.
De hecho creemos que la palabra "entrañable" ha perdido ya su significado en esta generación.
Exponemos no obstante lo que dijeron tres grandes maestros y referentes morales de nuestro tiempo: Teresa de Calcuta, Gregorio Marañón y Julian Marias
-“La amenaza más grande que sufre la paz hoy en día es el
aborto, porque el aborto es hacer la guerra al niño, al niño inocente que muere
a manos de su propia madre. Si aceptamos que una madre pueda matar a su propio
hijo, ¿cómo podremos decir a otros que no se maten?” *Teresa de Calcuta
-La aceptación social del aborto es, sin excepción, lo más grave que ha acontecido en este siglo (XX) *Julian Marias
-" No es posible iniciar la biografía del hombre en el punto, biológicamente accidental, de su nacimiento”
"El árbol es ya todo lo que vemos: el mástil recio de su tronco, las ramas, la flor breve y el sabroso fruto, desde antes de romper la costra del suelo...; Pues de igual modo, la vida mortal de los seres humanos está en gran manera escrita, desde antes de nacer, en las entrañas maternas...
“ Si la convivencia intima de unos meses con otro ser humano, cualquiera que este sea, deja en nosotros huellas que no se pueden borrar jamás, aun cuando nuestra conciencia lo olvide .. pensemos de que calidad y de que hondura serán los surcos que graba en nuestra anatomía y en nuestra alma la intimidad religiosa y ferviente con nuestra madre, durante el tiempo en que vivimos de la propia sangre suya...” *Gregorio Marañon