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domingo, 28 de agosto de 2016

La irresponsabilidad de los políticos españoles y su repercusión en los servicios sociales



Lo llevamos diciendo desde hace tiempo: la mayoría de los defectos graves y aparentemente irresolubles de la sanidad en España tienen un mismo origen y derivan todos de una misma raíz: la ausencia de responsabilidad de los políticos, cuya tarea conlleva -por desgracia- de forma directa o indirecta, la gestión de los servicios públicos básicos (sanidad, fuerzas de seguridad, educación, justicia, bomberos, etc.)

De nada sirve apelar a la razón, a la verdad o que se se viertan ríos de tinta sobre lo que está mal aportando posibles soluciones: todo ello rebota contra el muro de piedra de la irresponsabilidad o el vacío de la indiferencia.

Actualmente asistimos al espectáculo grotesco de ver como un país, carece de gobierno formal durante más de un año después de 2 elecciones, y ello solo por diferencias estratégicas oportunistas y espurias, mientras tanto esos mismos políticos disfrutan de  continuas vacaciones, viven a cuerpo de rey y perciben los salarios mas elevados de la sociedad (al menos cuatro veces mas elevado que el salario medio de los españoles, que sí trabajan)
Una sociedad que funciona automata por si misma por el trabajo sacrificado y la responsabilidad  de millones de personas que a menudo se levantan a las 6 de la mañana , con grandes renuncias personales y familiares.

Pero los servicios sociales públicos -que son pilares básicos de la sociedad- necesitan de una gestión responsable y eficaz, y es desde dentro de los mismos, desde donde se están produciendo grandes "grietas" que ya repercuten externamente y pueden amenazar el "edificio entero"

Para los que conocemos -y por tanto queremos y creemos- en este país llamado España (con perdón) resulta doloroso y vergonzoso observar este espectáculo grotesco de irresponsabilidad social y que les retrata por igual a todos los políticos.
Lo de amenazar con repetir elecciones el día de Navidad del año siguiente, supone un salto cualitativo mas de extorsión a las familias y a la sociedad, si cabe mas  repugnante e impúdico, y que les iguala moralmente a los delincuentes .

 Lo cierto es que desde la transición, hemos pasado de tener unos políticos “toreros” heroicos, con ideales y espíritu de sacrificio a la actual casta parasitaria sin ideales, amorales y con el único objetivo de subsistir personalmente dentro de su peña.

Parece que se ha producido una selección negativa de personas dentro de la política, incluso en algunos casos una mutación, hasta devaluar la democracia, que ha pasado de ser inmadura a enferma de gravedad y quién sabe si no, letal.